Se incrementaron los focos de fuego y elevó el nivel de polución en la provincia

Se incrementaron los focos de fuego y elevó el nivel de polución en la provincia

Según el seguimiento de la Estación Experimental del INTA-Famaillá, la quema aumentó el 84% interanual, entre enero y junio

VISTA AÉREA. La quema de caña en lotes es una práctica que continúa implementándose en Argentina y en otros países productores.  LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (ARCHIVO) VISTA AÉREA. La quema de caña en lotes es una práctica que continúa implementándose en Argentina y en otros países productores. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO (ARCHIVO)
19 Julio 2013
En la provincia se registró un incremento del 84% en los focos de incendios desde enero a junio, respecto de igual período del año anterior. Se detectaron 131 puntos de referencia, lo que agravó la polución ambiental teniendo en cuenta la sequía prolongada que afectó a la región en lo que va del año.

Esta cifra se ubicó un 118% sobre el promedio histórico desde 2004, para el mismo período. En mayo y junio se observó mayor actividad ígnea, con 46 y 37 focos de calor, respectivamente.

El 65% de los focos fueron sobre diversas coberturas del suelo, como pasturas, desmontes y restos de otros cultivos; mientras que un 34% se produjo en caña de azúcar, cuya zafra comenzó de manera lenta, en los últimos dos meses del período relevado.

Graneros y Simoca fueron los departamentos en donde se detectó el mayor número de focos de calor: 40 y 33, respectivamente.

El fuego vuelve a estar en la mesa de debate público y genera constantes desacuerdos, que se plantean a partir de su uso, desde una visión de control, en actividades tanto urbanas como agropecuarias. El reclamo también se centra en la amenaza que supone para la salud, las vidas y las propiedades de las personas, afirmaron desde el INTA-Famaillá.

La práctica de la quema del cañaveral antes y/o después de la cosecha continúa en Argentina y otros países productores de caña de azúcar, aunque se realizan esfuerzos para eliminarla en todo el mundo. La combustión del material vegetal contamina la atmósfera con elevadas emisiones de gases y hollín; provoca diversos problemas de salud en la población; favorece las pérdidas de carbono y nitrógeno del suelo por volatilización, y genera dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. También son habituales los daños a las infraestructuras rural y eléctrica como consecuencia de incendios accidentales originados en las quemas de cañaverales.

Seguimiento
El Laboratorio de SIT de la EEA INTA Famaillá vino realizando el Seguimiento y Monitoreo de fuegos en la provincia. Principalmente, se enfocó en quemas detectadas sobre áreas de cultivos, desde el año 2004 a la fecha, contando con toda la información histórica disponible.

Ese seguimiento y monitoreo se realizó a través del uso de sensores remotos y sistemas de información geográfica (SIG), herramientas muy utilizadas en el mundo para tales efectos.

Las características más salientes del mes de mayo fueron: una disminución marcada del volumen y frecuencia de precipitaciones, acompañada por el incremento de la temperatura máxima, así como de las horas frío, y un marcado aumento de la amplitud térmica. En efecto, el volumen de lluvias en el mes fue un 81% menor que lo esperado, registrándose sólo una de 6 milímetros.

Junio, en cambio, se caracterizó por presentar un elevado volumen de precipitaciones. El nivel fue 204% por encima de la media histórica. De esa forma constituyó un récord para la serie 1967-2012 de este Observatorio.

Las temperaturas fueron superiores a lo esperado, a lo largo de la primera quincena, con un descenso en la segunda, sin alejarse demasiado de lo esperado. Hubo una sola helada meteorológica suave y de poca duración; mientras que aumentaron las heladas agronómicas con sólo dos de alguna significación.

La cantidad de focos de calor detectados entre enero y junio de este año fueron 131; ese valor fue el histórico máximo registrado para igual período desde el año 2004 en Tucumán.

Del total de focos detectados, 83 (63%) se registraron durante mayo y junio. De los 131 focos totales detectados, el 34% fue sobre caña de azúcar; mientras que la mayoría se dio sobre otros tipos de coberturas vegetales.

Hay que considerar que durante los primeros meses del período, las condiciones de sequía generalizada favorecieron el uso del fuego en diversas actividades agropecuarias, aún antes del comienzo de la cosecha de caña.

En el caso de la caña de azúcar, el hecho de que no se hayan presentado heladas significativas y las temperaturas más altas que lo normal favorecieron la continuidad del crecimiento de los cultivos. Al mismo tiempo, las lluvias y vientos de junio, junto a las flojas condiciones del mercado azucarero, han hecho más lento el ritmo de la zafra. Se espera que esta se generalice en los próximos meses.

Los departamentos con mayor actividad ígnea fueron Graneros, Simoca y Leales. De los fuegos detectados en estos departamentos, sólo 20 fueron registrados sobre caña de azúcar.

Si consideramos que la zafra en Tucumán recién empezó y todavía no se registraron heladas en la provincia, la perspectiva en cuanto a las quemas de los cañaverales, lamentablemente, no es muy buena para lo que resta de la zafra 2013.

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