Leé y escribí para mantener ágil tu mente

Leé y escribí para mantener ágil tu mente

Las personas que realizan actividades mentales llegan más lúcidas a la edad avanzada. También sufren menos demencias.

12 Julio 2013
Leer hace bien. Abre la mente, ejercita la razón y cultiva, pero también es bueno para el cerebro: nos preserva del riesgo de deterioro cognitivo y de la pérdida de memoria en la tercera edad. Esta premisa es respaldada por un nuevo estudio que publicó "Neurology", la revista médica de la Academia de Neurología de los EEUU. El trabajo probó que las actividades que involucran y estimulan el cerebro (lectura, escritura y otros ejercicios mentales) ayudan a preservar las funciones cognitivas con el avance de la edad.

"Nuestro estudio -explica Robert Wilson, del Centro Médico de la Rush University de Chicago- sugiere que mantener en ejercicio el cerebro, participando en actividades de este tipo -desde la infancia y a lo largo de toda la vida- es importante para la salud del cerebro a edad avanzada".

Del trabajo participaron 294 adultos de edad muy avanzada. Fueron seguidos durante un promedio de seis años, desde el inicio del estudio hasta la fecha de su muerte, a una edad media de 89 años. Antes del experimento, los participantes respondieron un cuestionario para declarar si habían leído libros y si habían escrito y participado en otras actividades estimulantes para la mente en la infancia, adolescencia, mediana edad y su edad actual. Durante el estudio se les evaluó la memoria y el pensamiento. Al morir, se les examinó sus cerebros para detectar signos físicos de demencia (lesiones, placas cerebrales y ovillos).

La investigación demostró que las personas que tomaron parte en actividades estimulantes para la mente durante su vida presentaron una tasa más lenta de deterioro de la memoria que aquellas que no participaron o lo hicieron poco.

Los datos fueron evaluados en base a los distintos niveles de placas y ovillos hallados en el cerebro durante la autopsia.

Específicamente, los científicos descubrieron que la tasa de deterioro mental bajó un 32% más en las personas con actividad mental frecuente, aun más tarde en la vida, que en personas con actividad mental media. En las personas que tenían una actividad mental poco frecuente, la tasa de deterioro fue 48% más veloz que en el caso de las personas con actividad media, lo que demuestra la importancia de mantener el cerebro ocupado con actividades que hagan trabajar la mente. "En base a lo descubierto, no debemos subestimar los efectos de actividades cotidianas como la lectura y la escritura, en nuestros hijos, en nosotros mismos, y en nuestros padres y abuelos", subraya Wilson. (www.proyecto-salud.com.ar)

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