"El bajo es un instrumento sensual"

"El bajo es un instrumento sensual"

Guillermo Vadalá, el ex bajista de Fito Páez y de Luis Alberto Spinetta, llenará la noche tucumana con jazz, rock, funk e improvisaciones de alto vuelo

UN INSTRUMENTO QUE SIEMPRE HACE FALTA. Vadalá sostiene que si se graba o se toca una canción sin bajo, el oyente percibe que algo falta. FACEBOOK GUILLERMO VADALA UN INSTRUMENTO QUE SIEMPRE HACE FALTA. Vadalá sostiene que si se graba o se toca una canción sin bajo, el oyente percibe que algo falta. FACEBOOK GUILLERMO VADALA
10 Julio 2013

"Estuve con Fito (Páez) 20 años y creo que él se aprovechaba del aporte del bajo, lo que es algo poco común, porque generalmente viene más de la guitarra o de la batería; en definitiva, creo que coloreo cosas que están buenas".

Distendido y con mucha humildad, Guillermo Vadalá conversó con LA GACETA durante una entrevista telefónica. Este músico, que como sesionista tocó con Luis Alberto Spinetta, Mercedes Sosa, León Gieco, Alejandro Sanz, Marc Anthony, Chayanne, Ricardo Montaner, Dino Saluzzi, Luis Salinas, los brasileños Flavio Venturini y Ana Carolina, Julieta Venegas y Jennifer López, entre otros, se presentará esta noche en el marco del XV Julio Cultural. Estará acompañado por Jota Morelli (batería), Javier Lozano (teclados) y Manuel Sija (violín).

- ¿Cómo va a ser el show en esta ciudad?

- Vamos a interpretar temas de mis discos "Bajo Piel" y "Alumbramiento" junto a composiciones de Javier Lozano, y por ahí algún canción de Fito. Pero será música puramente instrumental, con mucha interacción del trío, con improvisaciones y, por supuesto, dentro de los géneros del jazz, del funk y de la fusión.

- Generalmente se piensa que el bajo tiene, efectivamente, un perfil bajo…

- La mejor manera de comprender su importancia es cuando escuchás una canción sin él, y entonces te das cuenta de que algo falta. La gente se da cuenta de ese modo: le ponés el bajo y todo cambia. Diría que lo echás de menos cuando lo quitás.

- En Tucumán hay muchas chicas bajistas, ¿tenés alguna explicación? ¿Pasa en otros lados?

- Sí, es verdad, el bajo es muy femenino. Mi esposa fue bajista de Spinetta. En la guitarra, para descollar, debés tener una determinada musculatura y lo mismo pasa con la batería. En el bajo tenés otra pausa y en ella, las chicas se desempeñan mejor, porque tienen una musculatura más débil. Definitivamente es un instrumento sensual y las mujeres se enganchan en eso, se ven en esa posición.

- Entre los géneros que recorriste en tu larga trayectoria ¿tenés algún favorito?

- Pienso y pienso, pero no puedo elegir uno. Soy bajista de rock, pero fino, porque puedo moverme no solo en el rock, sino en otras áreas, y esa es mi esencia. Cuando a veces escucho mi participación en determinadas bandas, me doy cuenta de que tocaba lo que tenía que tocar, pero que le agregaba algo. Es como que coloreaba cosas que están buenas.

- En el panorama de la música ¿encontrás a alguien que esté innovando?

- Busco, busco, pero no estoy seguro. Es que hay una industria que no da mucho respiro y busca resultados casi inmediatos; no da tiempo, parece que en esta era moderna todo se apura y, por lo tanto, no se puede apreciar el resultado, y menos el desarrollo. Entiendo que hay un primer momento en el que se copia a los que admirás, a tus maestros; un segundo tiempo en que se va expresando en los discos, en lo que dejás, y un tercero en el que si tenés la suerte y el talento podés convertirte en un innovador.

- ¿Y en cuál de estas ligas vos clasificás?

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- En la segunda, sin dudas, la de asimilación, en la de digestión de todo lo que mamé con Spinetta, (Pedro) Aznar y Fito.


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