Los lugares que hay que visitar antes que desaparezcan

Amenazados por el hombre y la naturaleza, algunos sitios para conocer antes que dejen de existir.

Las islas Maldivas. FOTO TOMADA DE GIZMODO.COM Las islas Maldivas. FOTO TOMADA DE GIZMODO.COM
05 Julio 2013
MADRID, España.- El mundo está lleno de sitios maravillosos a los que se puede ir. Desgraciadamente, algunos de esos lugares están amenazados, y podrían desaparecer en poco tiempo si el hombre no hace nada al respecto. Un informe realizado por el sitio Gizmodo, cuenta algunos problemas de estos maravillosos lugares. Conocelos. 

Las islas galápagos: La amenaza es precisamente el exceso de turismo. Las islas Galápagos son el hogar de 9.000 especies distintas. Más de las tres cuartas partes de los reptiles que habitan este archipiélago son únicos en el mundo.

Desgraciadamente, el turismo está poniendo en peligro el paraíso que inspiró a Darwin para su teoría de la evolución. Los cruceros y las visitas suponen un estrés para el ecosistema que se agrava con el contrabando de especies y la llegada de animales no nativos que acompañan al ser humano allí donde va, como las ratas.

Las islas Maldivas: Los expertos calculan que a este hermoso archipiélago de 1.200 islas al suroeste de La India le quedan menos de 100 años. ¿La causa? Se lo está tragando el mar. El 80% de las islas están a sólo 3.3 metros sobre el nivel del agua. Los daños a los corales que generan terreno y la subida general del nivel del mar podrían hacer inhabitable el país a medio plazo. La amenaza es tan seria que el Presidente del país anunció un plan en 2008 para comprar terreno en el continente en caso de tener que acoger a refugiados. 

Venecia: El sustrato salobre que soporta los edificios de Venecia se hunde a un ritmo de 1,5 milímetros al año. El nivel del mar sube a un ritmo de entre 4 y 6 milímetros en el mismo período. Si sumamos ambos factores, a los extraordinarios canales de Venecia les quedan 70 años sobre la superficie. El gobierno italiano y la comunidad internacional se afanan en ralentizar este proceso mediante canales y compuertas. Si no lo logran, quizá para ese tiempo Venecia se convierta en la primera ciudad submarina del mundo, pero sus aguas no son muy transparentes.

El mar muerto: El mar muerto es en realidad el lago salado más grande del mundo. Sus aguas son tan saladas (33,7% de salinidad) que los bañistas no pueden hundirse aunque quieran. El lago tiene una profundidad de 337 metros, pero en los últimos 40 años ha perdido un tercio de su volumen. La causa es que su única fuente de agua es el río Jordan y las aguas de este están sobreexplotadas por Jordania e Israel. Si ambos países siguen a este ritmo, el río y su lago desaparecerán en unos cincuenta años.

Los Alpes: La cordillera de los Alpes es la espina dorsal de Europa central. Sin embargo, puede que en cuarenta años sus cumbres ya no sean iguales. Las montañas que forman la cordillera están coronadas por una densa masa de hielo, nieve, y numerosos glaciares. Este hielo se está fundiendo. En los últimos treinta años se ha perdido un 20% de su masa. Si la cosa sigue así ya no serán muy aptos para esquiar.

El espectacular monumento funerario, construido entre 1631 y 654 por orden del emperador Shah Jahan en honor a su esposa fallecida, se cuenta entre los más hermosos del mundo. Lamentablemente, este patrimonio de la humanidad recibe cada año la visita de casi cuatro millones de turistas, y sus conservadores están cada vez más preocupados por el estado de sus espectaculares fachadas de piedra blanca.

Madagascar: Antes de que el ser humano pusiera sus manazas sobre Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo tenía más de 300.000 kilómetros cuadrados de jungla. Hoy tiene poco más de 50.000. Si la deforestación continua a este ritmo, en 35 años no quedará nada, y las especies de la isla (el 80% son únicas) desaparecerán.

Taj Mahal: Si la degradación prosigue al ritmo actual, el gobierno Indio se plantea restringir las visitas o cerrarlo al público definitivamente, con lo que sólo podrá ser visto desde lejos. El monumento no será el primero en sufrir este destino. Las cuevas de Altamira, en Cantabria (España), fueron cerradas definitivamente al público para proteger las pinturas rupestres únicas que las adornan. El gobierno cantabro creó una réplica exacta que sí es visitable.

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