Es nula la intención de sembrar en invierno

Es nula la intención de sembrar en invierno

¿Qué hacemos ahora que levantamos la soja? La trilla en Tucumán y sus zonas de influencia (NO santiagueño y Este catamarqueño) sigue avanzando a paso firme en los campos que permiten el paso de las trilladoras. Decimos permiten, porque existen muchos lotes perdidos en los que no se cubriría ni el costo de trilla, si es que el productor desea levantar lo poco que le dejó la segunda sequía consecutiva en la región.

Los demás cultivos estivales como maíz, algo de poroto y sorgo, esperan que se entreguen, y recién se evaluará si vale la pena trillar.

Realmente la situación actual de los cultivos de granos en la región es muy complicada y lo demuestran numerosos informes que vienen realizando diferentes instituciones y técnicos sobre cómo golpeo el fenómeno climático este año y cuál fue su grado de afectación en diferentes cultivos.

En el relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en las zonas afectadas por la sequía en el NOA, se muestra que -a la fecha- el problema que se presenta en la zona es la falta de humedad disponible en el perfil para el normal desarrollo de los cultivos que todavía no se entregaron, y que esa falta de humedad afectó seriamente el normal desarrollo de aquellos ya entregados.

En el informe, se afirma que se ha registrado una importante merma en las productividades en cultivos como soja, maíz y sorgo y que, además, en lo que va de la campaña, ya se relevaron pérdidas parciales y/o totales de área en cada uno de estos tres cultivos.

Heterogéneo

En LA GACETA Rural ya hemos informado sobre cómo se fueron dando las alternativas por la cual se vieron afectados los diferentes cultivos en las distintas aéreas de la provincia y de la región. Hacia el Sur tucumano y el Sudeste catamarqueño, puntualmente en la zona de La Cocha y Los Altos, los registros marcaron precipitaciones acumuladas de tan sólo 250 mm en el período comprendido desde noviembre 2012 a la fecha. En años normales, esta zona presenta buenas precipitaciones y ello trae aparejado elevadas productividades, sostenidas por las buenas características de los suelos de la región.

En los departamentos Leales, Cruz Alta y Burruyacu, la situación es muy heterogénea respecto del estado general de los cultivos; igual condición se constató en el Oeste de Santiago del Estero. Si bien el cultivo de soja presenta, a simple vista, una altura de canopeo considerable, e incluso con buena cantidad de vainas, el rinde esperado es muy pobre (de 4 a 14 qq/ha). Esto se debe a que logró hasta dos granos por vaina y, además, que son de tamaño pequeño. Por otro lado, los maíces se encuentran muy golpeados por la falta de humedad y por las altas temperaturas que soportaron. Se espera un rendimiento, a cosecha, próximo a los 20 qq/ha.

Siempre se afirmó que la heterogeneidad es considerable y que hay zonas puntuales, como la comprendida por Los Ralos y Las Cejas, en donde los cultivos de soja o de maíz se encuentran en mejores condiciones, y los rindes promedios esperados serían de 10-15 qq/ha y de 40-45 qq/ha, respectivamente.

Esto sucede porque las lluvias que se lograron durante el verano tuvieron el mismo comportamiento, siendo estas muy irregulares en pluviometría como en territorio. Lo real es que las trilladoras que vienen trabajando, en toda la provincia y en zonas aledañas, están recolectando lo que las condiciones climáticas en la región dejaron para que el cultivo se exprese.

Los rendimientos logrados demuestran la gran irregularidad y los diferentes comportamientos que tuvieron los cultivos ante la drástica falta de agua. Pero esto no sólo termina aquí, sino falta ver lo que pasará en el corto plazo.

¿Qué hacemos?

En general, los lotes que están siendo desocupados por soja son sembrados inmediatamente con trigo o garbanzo, pero eso es algo imposible en las actuales condiciones de falta de humedad. Muchos productores esperan que algunas lluvias puedan suceder para arriesgarse a sembrar algo de invierno, pero lo real es que los momentos vividos por la falta de agua en el perfil, no quieren que se repitan.

Para los cultivos de invierno de este año las estimaciones de siembra son inciertas, ya que al no haber humedad disponible en los perfiles, el área a implantar de trigo y garbanzo se verá drásticamente afectada, pudiendo llegar a reducirse en un porcentaje importante. Al mismo tiempo, esta caída en la superficie a implantar se asocia a las dos malas campañas anteriores consecutivas. En nuestra zona, el trigo es, en general, un cultivo invernal de cobertura para proteger a los suelos, pero con el actual panorama la intención de siembra por parte de los productores es nula, salvo que las lluvias aparezcan y renazcan los deseos del productor por realizar otra siembra. Por ahora, sólo deben levantar las cosechas de los cultivos estivales, evaluar los resultados y decidir, con la cabeza fría, qué hacer durante el próximo invierno.

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