Muerte. Palabra incómoda, pesada, horrible, que se evita pronunciar. Palabra que es sinónimo de tristeza, pesadumbre, dolor, recuerdo negativo. ¿Qué harías si la muerte se te presenta y dice "vengo a buscarte, me tenés que acompañar"? Desconsuelo, miedo, bronca, resignación, sorpresa… ¿qué sensaciones te asaltarían? Es muy posible que, luego del cimbronazo inicial, sólo atines a preguntar ¿y por qué yo, qué hice mal? Luego quizás comiences a llorar y a lamentarte por lo que no hiciste y ya no podrás hacer. Y después, a mirar hacia atrás para recorrer la película de tu vida. Y llegará el bendito balance: que hiciste poco, que hiciste mucho; que el amor perforó tu corazón con dardos hirientes, venenosos o que recibiste caricias poéticas, pasionales; que tus hijos colmaron o vaciaron tus ilusiones; que hubo amigos de fierro y otros que sólo estuvieron a tu lado cuando había diversión y el vil metal abundaba; que quedaste en deuda con tus padres o que ellos se llenaban la boca hablando de su hijo/a ejemplar; que en el trabajo sólo fuiste a marcar tarjeta o que eras el que más iniciativas tenía, y finalmente la pregunta más complicada: ¿fui feliz, hice feliz a los míos?
El film "¿Conoces a Joe Black?" (1998) pone en superficie varios de estos temas. La Muerte (Brad Pitt) se presenta ante un meticuloso magnate (Anthony Hopkins) para comunicarle que le quedan pocos días de vida y que por eso vino a buscarlo. Luego de las lógicas reacciones de sorpresa e indignación del millonario, Joe Black (Pitt) acuerda con William Parrish (Hopkins) extender el plazo del pasaje al más allá. En ese período, el futuro difunto buscará estrechar lazos con una familia a la que no le prestó demasiada atención. A cambio, la Muerte se tomará unas vacaciones en la vida para experimentar los sentimientos, alegrías y penurias que atraviesan los seres vivos.
Esto nos lleva a pensar ¿le daríamos más valor a la vida si supiéramos que nos quedan pocos días o nos sentaríamos a esperar ese momento? No sabemos cuánto tiempo tenemos, eso es claro. Si creemos que cada día que escribimos un capítulo de nuestra vida puede ser el último, seguramente le daremos más valor a nuestra existencia. Y eso nos llevaría a morir en serenidad y convencidos de que fuimos al menos una buena persona. Pero, bueno, generalmente no estamos preparados para afrontar tamaño desafío. Y quizás se deba a que no llegamos a entender que, simplemente, la muerte es parte de la vida y así hay que aceptarla.
El film "¿Conoces a Joe Black?" (1998) pone en superficie varios de estos temas. La Muerte (Brad Pitt) se presenta ante un meticuloso magnate (Anthony Hopkins) para comunicarle que le quedan pocos días de vida y que por eso vino a buscarlo. Luego de las lógicas reacciones de sorpresa e indignación del millonario, Joe Black (Pitt) acuerda con William Parrish (Hopkins) extender el plazo del pasaje al más allá. En ese período, el futuro difunto buscará estrechar lazos con una familia a la que no le prestó demasiada atención. A cambio, la Muerte se tomará unas vacaciones en la vida para experimentar los sentimientos, alegrías y penurias que atraviesan los seres vivos.
Esto nos lleva a pensar ¿le daríamos más valor a la vida si supiéramos que nos quedan pocos días o nos sentaríamos a esperar ese momento? No sabemos cuánto tiempo tenemos, eso es claro. Si creemos que cada día que escribimos un capítulo de nuestra vida puede ser el último, seguramente le daremos más valor a nuestra existencia. Y eso nos llevaría a morir en serenidad y convencidos de que fuimos al menos una buena persona. Pero, bueno, generalmente no estamos preparados para afrontar tamaño desafío. Y quizás se deba a que no llegamos a entender que, simplemente, la muerte es parte de la vida y así hay que aceptarla.
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