13 Abril 2013
CONDUCIR SIN CHOCAR. Buena parte de las chances tucumanas en la final M18 pasarán por la conducción de la pareja de medios. Los cuyanos vienen de vencer con claridad a Rosario y serán un duro rival.
Cambiando el contexto en que se mira, la misma cosa puede verse muy diferente de un día para el otro. Con las revoluciones todavía a mil por segundo, Tucumán agradeció mirando al cielo la pequeña diferencia que le permitió ganarle a Buenos Aires y acceder a la final del Argentino Juvenil M18. Pero ya superado el éxtasis que sucede a la batalla, la sensación es, llamativamente, más de autoreproche que de otra cosa. "Nos complicamos solos", había anticipado Rudy Medina al final del encuentro, y el análisis de video confirmó la sensación.
"Era un partido para meterle 20 puntos a Buenos Aires, sin duda. O sea, nosotros pusimos corazón y garra, pero no mucho cerebro. Si se hubiese pensado un poco más y se hubiere respetado el esquema de juego, deberíamos haber ganado por un margen mayor y no terminar sufriendo como lo hicimos", explicó el entrenador Leopoldo de Chazal, quien de todos modos admitió que en esos momentos le daba igual.
Al margen de lo que pudo ser, quedó demostrado el temperamento de sus "naranjitas", y Cuyo, el rival en la definición, deberá ingeniárselas para lidiar con él. Así y todo, Leopoldo está dispuesto a bajar de prepo a todo aquél que comience a volar antes de tiempo.
"Es una final, con todo lo que eso implica. Ellos tienen tantas ganar de ser campeones como nosotros, y si llegaron a la final por algo es. No importa cuáles fueron sus rivales ni por cuánto hayan ganado sus partidos", prendió la luz roja el ex Universitario.
El equipo titular sería en líneas generales el mismo, aunque es probable el ingreso de Facundo Cabrera en la segunda línea y el desplazamiento de Javier Díaz a la tercera, en reemplazo de Santiago Portillo. El de Los Tarcos podría no haberse recuperado del golpe en la cabeza que sufrió el miércoles.
"Era un partido para meterle 20 puntos a Buenos Aires, sin duda. O sea, nosotros pusimos corazón y garra, pero no mucho cerebro. Si se hubiese pensado un poco más y se hubiere respetado el esquema de juego, deberíamos haber ganado por un margen mayor y no terminar sufriendo como lo hicimos", explicó el entrenador Leopoldo de Chazal, quien de todos modos admitió que en esos momentos le daba igual.
Al margen de lo que pudo ser, quedó demostrado el temperamento de sus "naranjitas", y Cuyo, el rival en la definición, deberá ingeniárselas para lidiar con él. Así y todo, Leopoldo está dispuesto a bajar de prepo a todo aquél que comience a volar antes de tiempo.
"Es una final, con todo lo que eso implica. Ellos tienen tantas ganar de ser campeones como nosotros, y si llegaron a la final por algo es. No importa cuáles fueron sus rivales ni por cuánto hayan ganado sus partidos", prendió la luz roja el ex Universitario.
El equipo titular sería en líneas generales el mismo, aunque es probable el ingreso de Facundo Cabrera en la segunda línea y el desplazamiento de Javier Díaz a la tercera, en reemplazo de Santiago Portillo. El de Los Tarcos podría no haberse recuperado del golpe en la cabeza que sufrió el miércoles.
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