Cercar las plazas, ¿una opción para frenar el vandalismo?

Cercar las plazas, ¿una opción para frenar el vandalismo?

El deterioro de los espacios verdes parece irreversible. El debate apunta a encontrar soluciones de fondo.

BASURA. Hay cestos para desechos, pero muy pocos los usan porque prefieren arrojarlos en el césped.  LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO BASURA. Hay cestos para desechos, pero muy pocos los usan porque prefieren arrojarlos en el césped. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
14 Marzo 2013
Cada mediodía, casi un centenar de chicos la camina, la corre o la pasea. Van a almorzar al comedor Don Bosco y la plaza que está enfrente de la institución se vuelve casi tan tentadora como el plato caliente que recibirán. Pero desde principios de febrero, este paseo del corazón del barrio El Bosque está cada vez menos verde: la basura les está robando espacio de juego a los nenes. Da bronca verlo. Pero evidentemente hay muchos a los que no se les mueve un pelo. Y que hasta quizás se divierten con esta situación. Así de mal estamos. Y, por culpa de ellos, así de mal les va a las plaza y a los parques de la ciudad.

Skaters que hacen de las plazas sus pistas; adolescentes que pisan jardines y bancos; gente que las convierte en su hogar; vendedores ambulantes; bandas que las eligen como escenario de sus enfrentamientos; personas que tiran basura o que no levantan la suciedad de sus mascotas durante los paseos; dañinos que rompen por romper... A ellos los engloba el mismo término: vándalos. Y sus acciones nos salen caras a todos. Porque lo que ellos rompen solo en las plazas céntricas (Independencia, Belgrano, Urquiza, Alberdi, Yrigoyen, San Martín y Decididos de Tucumán) le cuesta a la ciudad alrededor de $ 40.000 por mes. Es decir, unos $ 1.300 por día y casi medio millón al año.

En el ranking de los problemas que causan (romper árboles y bancos, pintar esculturas, dañar las caminerías y las barandas, entre muchos otros) se encuentra el de la basura. Por día se retiran unas 3,2 toneladas de desperdicios solamente de los espacios verdes de la zona céntrica, según datos de la Subsecretaría de Obras Públicas de la Municipalidad. Y la pregunta que se impone es ¿cómo se termina con el vandalismo de una vez por todas?

Es inevitable que en busca de respuestas aparezca la opción de enrejarlas y cerrarlas durante la noche. Está el ejemplo de Buenos Aires, donde poseen rejas una de cada tres plazas, según lanacion.com. En Capital Federal ya son más de 80 los espacios verdes que están cercados. Si bien es una medida que posee innumerables detractores, quienes hayan pasado por algunas de ellas en los últimos meses no pueden negar que se mantienen en mejor estado que aquellas que no cuentan con cerca perimetral.

Salvando las distancias, las rejas no son extrañas en Tucumán. En la capital hay tres paseos públicos que se cierran de noche: la plaza Temática de San Lorenzo y Congreso; el de Avellaneda al 200, que le pertenece a EDET, y el de Bolívar y Bernabé Aráoz, donde está la Casa Belgraniana. De hecho, en 2009 se generó un gran debate cuando la Municipalidad analizó la posibilidad de cerrar la Urquiza. Finalmente, el proyecto quedó en la nada.

Para aquellos que viven cerca o que trabajan en algunas de las plazas vandalizadas, las rejas no parecen ser una opción tan descabellada. "Es una lástima lo que voy a decir, pero creo que lo único que va a frenar a los ladrones son las rejas", se lamentó Hilda Montero, presidenta del centro vecinal del barrio Villa Belgrano. Allí se encuentra la plazoleta María Reina de la Paz (Agustín Maza al 100), donde se producen robos casi a diario. El padre José Cordera, quien está a cargo del comedor Don Bosco, no se mostró tan convencido como Hilda: "Es muy grave el problema de la basura y no creo que las rejas den resultado si no se lo resuelve antes". En la plaza Don Bosco, que está frente al comedor, se ha formado un vaciadero clandestino. Entre 70 y 100 chicos asisten a la institución a diario. En cambio, Alberto Galván, empleado de la empresa 9 de Julio (a cargo de la limpieza de la plaza Urquiza), fue contundente. "Hay gente no respeta nada. Y si le llegamos a decir algo, nos agrede. Por eso, nosotros le comunicamos a la Municipalidad que la única solución para terminar con el vandalismo es cerrar esta plaza", disparó.

A pesar de que en 2009 se analizó la posibilidad de cerrar la Urquiza, ahora en la Municipalidad la postura parece ser firme. "Las plazas tienen que estar abiertas", señaló el director de Espacios Verdes, Pablo Bulacio. "El fin de este problema no pasa por las rejas, sino por la conciencia ciudadana", agregó.

¿Y vos qué opinás? ¿Las rejas son la solución al vandalismo o crees que hay que recurrir a otras estrategias? Dejá tu opinión en LA GACETA.com.

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