09 Enero 2013
El objetivo era hacerle un regalo al edificio por sus 100 años. Por eso, Ricardo Salim inició en 2011 los trámites para que la Casa de Gobierno fuera convertida Monumento Histórico Nacional. Si bien el reconocimiento no llegó a tiempo (el centenario se celebró el 9 de julio de 2012), el delegado en Tucumán de la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos resaltó la importancia de la distinción.
Todo empezó en noviembre de 2011. Como se acercaban los 100 años de la sede del Gobierno provincial, Salim decidió presentar todas las fichas que conforman el pedido de declaratoria a la Comisión Nacional. En diciembre de ese mismo año, la institución decidió aceptar el requerimiento. "En febrero del año pasado mandé la última remesa con la información que me habían pedido. Entonces, el proyecto fue elevado a la Presidencia de la Nación, que es la que hace las declaratorias. A lo largo de 2012 estuvimos pensando que en cualquier momento podía llegar a salir. La comunicación nos llegó recién ahora, pero es de 2012; debe ser de diciembre", calculó Salim durante una entrevista con LA GACETA.
El delegado, quien también se desempeña como Coordinador General de la Unidad de Reconversión del Espacio Público y como miembro de la Comisión Provincial de Patrimonio, destacó que la declaratorias de este tipo responden a la envergadura histórica de los edificios y al hecho de que los ciudadanos los reconozcan como inmuebles que hablan de la identidad y de la tradición de la comunidad.
Otros edificios
Con respecto a la posibilidad de distinguir como bienes patrimoniales a otros edificios de la provincia, Salim dijo que es fundamental analizar quién tiene la posesión de ese bien para determinar si será viable esa decisión. "Existen distintas declaratorias: las de la Unesco, las nacionales, las provinciales, las municipales. Son distintos niveles jerárquicos. A nivel provincial, la Comisión de Patrimonio hace las declaraciones de acuerdo con pedidos que realizan instituciones o personas. Pero los problemas a veces se presentan según quién tenga la posesión de ese bien. Por ejemplo, el Museo de la Banda, en Tafí del Valle, es Monumento Histórico Nacional. Pero la Municipalidad de Tafí del Valle tiene la posición. El edificio ha tenido una serie de problemas edilicios y el que tiene que pedir los subsidios y los apoyos es el intendente", ejemplificó.
Con respecto a la polémica que se produjo alrededor de la Casa Sucar-Lucci (vecinos e instituciones se opusieron a que sea demolida), Salim se refirió a las dificultades que se presentan cuando los bienes son privados. "Si el privado se aviene a que el edificio sea declarado como un bien patrimonial, está todo bien. Pero hay mucha gente y asociaciones que no quieren saber nada, porque les producirá una limitación edilicia que les impedirá hacer cualquier reforma o refacción. En el caso de la Casa Lucci, la comisión no le dio la declaratoria definitiva (Salim votó en contra de que sea protegida) y hay una serie de trámites que siguen su curso en la Justicia", explicó.
Agregó el caso de la Peña El Cardón. "Ha tenido una declaratoria, pero hay objeciones de los miembros de la comisión directiva de esa institución. Los bienes privados son los más difíciles de manejar, porque en algunos casos hay personas que no quiere que se conviertan en bienes protegidos", concluyó.
Todo empezó en noviembre de 2011. Como se acercaban los 100 años de la sede del Gobierno provincial, Salim decidió presentar todas las fichas que conforman el pedido de declaratoria a la Comisión Nacional. En diciembre de ese mismo año, la institución decidió aceptar el requerimiento. "En febrero del año pasado mandé la última remesa con la información que me habían pedido. Entonces, el proyecto fue elevado a la Presidencia de la Nación, que es la que hace las declaratorias. A lo largo de 2012 estuvimos pensando que en cualquier momento podía llegar a salir. La comunicación nos llegó recién ahora, pero es de 2012; debe ser de diciembre", calculó Salim durante una entrevista con LA GACETA.
El delegado, quien también se desempeña como Coordinador General de la Unidad de Reconversión del Espacio Público y como miembro de la Comisión Provincial de Patrimonio, destacó que la declaratorias de este tipo responden a la envergadura histórica de los edificios y al hecho de que los ciudadanos los reconozcan como inmuebles que hablan de la identidad y de la tradición de la comunidad.
Otros edificios
Con respecto a la posibilidad de distinguir como bienes patrimoniales a otros edificios de la provincia, Salim dijo que es fundamental analizar quién tiene la posesión de ese bien para determinar si será viable esa decisión. "Existen distintas declaratorias: las de la Unesco, las nacionales, las provinciales, las municipales. Son distintos niveles jerárquicos. A nivel provincial, la Comisión de Patrimonio hace las declaraciones de acuerdo con pedidos que realizan instituciones o personas. Pero los problemas a veces se presentan según quién tenga la posesión de ese bien. Por ejemplo, el Museo de la Banda, en Tafí del Valle, es Monumento Histórico Nacional. Pero la Municipalidad de Tafí del Valle tiene la posición. El edificio ha tenido una serie de problemas edilicios y el que tiene que pedir los subsidios y los apoyos es el intendente", ejemplificó.
Con respecto a la polémica que se produjo alrededor de la Casa Sucar-Lucci (vecinos e instituciones se opusieron a que sea demolida), Salim se refirió a las dificultades que se presentan cuando los bienes son privados. "Si el privado se aviene a que el edificio sea declarado como un bien patrimonial, está todo bien. Pero hay mucha gente y asociaciones que no quieren saber nada, porque les producirá una limitación edilicia que les impedirá hacer cualquier reforma o refacción. En el caso de la Casa Lucci, la comisión no le dio la declaratoria definitiva (Salim votó en contra de que sea protegida) y hay una serie de trámites que siguen su curso en la Justicia", explicó.
Agregó el caso de la Peña El Cardón. "Ha tenido una declaratoria, pero hay objeciones de los miembros de la comisión directiva de esa institución. Los bienes privados son los más difíciles de manejar, porque en algunos casos hay personas que no quiere que se conviertan en bienes protegidos", concluyó.
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