Casa de Gobierno es monumento y toda refacción debe ser avalada por la Nación

Casa de Gobierno es monumento y toda refacción debe ser avalada por la Nación

Se publicó el decreto de la Presidenta que declara "monumento histórico nacional" a la sede del Poder Ejecutivo. El 9 de Julio pasado cumplió un siglo. Entre 1906 y 1907, dos leyes provinciales destinaron fondos por un millón de pesos de la época para la obra.

LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
09 Enero 2013
La Casa de Gobierno suma a su belleza, desde ayer, un atributo más para seguir acaparandotodas las miradas de quienes cruzan la plaza Independencia. El Boletín Oficial de la Nación publicó el Decreto 2617/2012 por el cual el palacio es declarado monumento histórico nacional.

La medida (fue refrendada el 27 de diciembre pasado por la presidenta, Cristina Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo) responde a un pedido de la Secretaría de Cultura de la Nación, planteado en el Expediente 2.517/12.

La historia

El decreto resalta que la sede del Ejecutivo tucumano es centenaria: la inauguró el 9 de julio de 1912 el entonces gobernador, José Frías Silva, con la presencia del presidente Roque Sáenz Peña. La obra había sido encargada seis años antes, en la gobernación de Juan Luis Nougués. Carlos Páez de la Torre (h) precisa (LA GACETA 4/11/12) que el 27 de noviembre de 1906, Nougués elevó a la Legislatura el proyecto de encargar el plano de una nueva Casa de Gobierno. Planteaba el "estado verdaderamente ruinoso" del Cabildo. Decía que "tratándose de una construcción antigua, ejecutada sin plan alguno y en diversas épocas, cualesquiera sumas que se invirtieran en su refacción serían malgastadas, porque lo existente no ofrece base alguna de reformas".

La ley, promulgada el 30 de diciembre, lo autorizó a gastar 200.000 pesos "en la ejecución parcial del edificio". En agosto, confeccionado el plano, Nougués pidió una ampliación de 800.000 pesos, que se le acordó por ley del 24 de octubre de 1907.

"El proyecto, encargado al ingeniero porteño Domingo Selva, tuvo por objetivo expresar arquitectónicamente los logros alcanzados por la sociedad tucumana del período", destaca el decreto. Páez de la Torre (h) recordó que Selva había residido en nuestra provincia en su juventud: era bachiller del Nacional de Tucumán.

La estética

"La volumetría del edificio, su retiro de la línea municipal y la incorporación de jardines con plantas exóticas rompen la continuidad de fachadas de las envolventes de la Plaza Independencia -subrayan los considerandos-. Estilísticamente, combina formas del barroco francés con reminiscencias del clasicismo italiano, y su resolución espacial responde a un criterio renacentista de planta en cruz griega".

El decreto rescata que el Salón Blanco, "el más imponente del palacio", está "totalmente espejado y decorado con pinturas en tela del artista valenciano Julio Vila y Prades adosadas al cielorraso". Y resalta que en el pasillo central se halla el sepulcro de Juan Bautista Alberdi, coronado por una araña de bronce y mármol.

La disposición federal destaca, finalmente, que la Casa de Gobierno, en 2005, ya había sido declarada patrimonio cultural de la provincia por la Ley 7.535.

Los cambios


No pocos experimentos arquitectónicos se ensayaron en el palacio. Ramón "Palito" Ortega, como gobernador (1991-1995) hizo construir sobre calle San Martín y habilitó una "llama votiva". La cochera fue demolida en 1995.

En diciembre de ese mismo año, un incendio por un cortocircuito destruyó una de las cúpulas (la del despacho del gobernador). Años después, fue reemplazada por una nueva elaborada en los Talleres de Tafí Viejo. Antonio Bussi, como gobernador entre 1995 y 1999, creó en ese último año un museo en la planta baja. Bustos de ex gobernadores y carbonillas con los rostros de los mandatarios realizados por Lola Mora estaban distribuidos en los pasillos centrales. Un año después, fue eliminado.

Con las habitaciones ocurrió otro tanto. Varios gobernadores y presidentes se alojaron en la Casa de Gobierno (Sáenz Peña, por caso, cuando la inauguró). Poco a poco, ese fin fue dejado de lado. En 2003, al asumir, el gobernador, José Alperovich, ordenó la construcción de un dormitorio al lado de su despacho. Pero la habitación fue readecuada para oficinas en los últimos años.

Desde 2005, el estilo para iluminar el edificio fue diferente. La iluminación original (integrada por 7.000 focos que bordean el edificio) fue reemplazada por lámparas y reflectores.

El repaso de estos cambios se vincula con la consagración de la Casa de Gobierno como monumento histórico nacional.

Esta declaración (explica Ricardo Salim, delegado en Tucumán de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos) no implica recursos para mantener la edificación. "El que tiene el dominio del monumento es el responsable de mantenerlo y de su puesta en valor", explica. "La única restricción que se impone es que cualquier reforma importante tiene que ser consultada con los expertos de la Comisión Nacional para que la aprueben", clarificó.

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