Droga y alcohol: "Todo empezó en la plaza"

Es flaco, alto y de pelo castaño. Tiene 17 años. Anda en bicicleta en la plaza, con sus amigos. Nos acercamos a él para contarle nuestro proyecto con LA GACETA y pedirle una opinión sobre la droga, que es el tema que habíamos elegido. Él sonrió apenas y nos dijo que podía contarnos su propia historia personal. "¡Dale!", le respondimos.
Dijo que comenzó el año con muchos problemas familiares. Y que a causa de  ellos, tuvo que refugiarse en la depresión y en las malas compañías.
"Yo tenía problemas en mi casa. Mi papá era un hijo de p... y mi mamá igual. Tenía problemas con mi novia y otros más... Un día, para desahogarme, me fui a la plaza Independencia y ahí empecé a juntarme con los rockeros y con los emos. Ellos me tentaron a probar la marihuana para que me despeje de los problemas. ¡Y me empezó a gustar! ¡Me hacía sentir libre!", cuenta el adolescente, muy abierto a dar su testimonio.
"Pasó un tiempo y me fui dando cuenta de que eso estaba mal, de que hacía daño a otras personas y a mí mismo, entonces dejé de hacerlo".
En ese momento, cuando ya estaba terminando la entrevista, se arremangó el brazo y nos mostró las cicatrices de cortes que él mismo se había producido al consumir drogas. Nosotras casi pegamos un grito. También nos comentó que no volvería a hacerlo porque ya encontró otra manera de descargar su bronca: haciendo skate, mountain bike y andando en bicicleta con sus amigos. No nos animamos a seguir la entrevista porque hasta entonces sus ojos ya estaban llenos de lágrimas.
Después de escuchar esta historia y muchas otras llegamos a la conclusión de que la droga y el alcohol son muy fáciles de conseguir en Tucumán.

Los profesores los derivan de inmediato

"Hace como dos años atrás se detectó un caso de droga y otro de alcoholismo el año pasado. Yo los trato con cuidado porque es un tema muy complejo. En lo inmediato me pongo en contacto con las autoridades de la escuela", dice la profesora Noemí Martínez.

La docente de Matemática Liliana Defrancisi de Corbalán actúa de la misma manera: "Hace varios años se detectó un caso de drogadicción. Lo primero que hice fue asegurarme bien y luego avisarle a las autoridades de la escuela sobre la situación. Ellos llaman a los padres y los informan sobre lo que está ocurriendo".

Testimonios

P. A. (22 años): "Empecé a consumir alcohol a los 14 porque quería probar. No me arrepiento. Lo hago por diversión. No está mal porque la vida es una sola y hay que disfrutarla".

G. S. (15 años): "Tomo alcohol regularmente y empecé a los 11 años por mi hermano, que es más grande que yo y que me llevaba a todos lados. Pero creo que no está bien, en parte".

E. R. (16 años): "Consumo marihuana y alcohol desde los 13 años. Comencé por curiosidad y diversión. No está mal hacerlo, siempre que sea con moderación".