04 Octubre 2012
MIGUEL FO. "No se trata de qué sino de cómo lo contamos". FOTOS GENTILEZA LOS CUENTEROS
"Convoco a que entiendan que todos tenemos la posibilidad de contar cuentos", dice a LA GACETA la actriz y narradora venezolana Flora Ovalles sobre su taller. La frase sintetiza el espíritu del III Festival Internacional del NOA "Narradores en acción", que tiene lugar desde ayer en distintos espacios, organizado por el grupo tucumano Los cuenteros.
"Más que una propuesta escénica concreta es un taller básico, destinado a personas que tienen siempre temor de ver la oportunidad de contar cuentos como un absoluto escénico. Pero puede ser que lo elabores desde algo más simple, desde una voz más personal -explica-. Hacemos ejercicios con anécdotas: ese el insumo natural que demuestra que a todos nos gusta ser cómplices de algo a la hora de contar o de ser confidentes. Y que esa confidencia atesorada, porque estamos ofreciendo una especie de regalo o de primicia, hace que no sea tan complicado contar".
Esta es la segunda vez que el andaluz Miguel Fo participa del festival tucumano, con el taller teórico-práctico de "Animación para la introducción del cuento para niños". "Se trata de enfrentar a los chicos partiendo no del qué contamos sino cómo lo contamos, independientemente de lo que se diga -dice el expresivo actor-. El cómo depende del contexto; si hay adultos, estos juzgarán el mensaje o el contenido pero los chicos simplemente van a disfrutar de las historias".
Lo esencial y la música
"Vengo como narrador, con historias nuevas. Ahorita no dicto taller", advierte Braulio Aguilera, que entre otras ocupaciones es promotor del Plan Revolucionario de Lectura en Venezuela. Junto a los otros narradores contó con maestría historias para niños y adultos que hablan del amor, de la muerte, de la alegría, de lo esencial del ser humano, como toda historia de tradición oral.
"Mi taller está enfocado directamente hacia la música y la literatura. Pero ojo, cuando digo música no es como normalmente se la entiende", advierte Gazel Zayad, cantautor, narrador oral y gestor cultural colombiano. "Yo me refiero a la música que tenemos todos adentro, a la musicalidad del lenguaje, de las palabras, al ritmo que sentimos antes de nacer desde el corazón de nuestra madre. Esa es la primera noción musical que tenemos -agrega-. Y cómo articular la música con la literatura. En el taller trabajo con chicos y jóvenes. La idea es darles herramientas a los docentes para sensibilizar, pero no tienen que ser músicos ni narradores".
No tan porteño
"Soy porteño de padres tucumanos, así que es muy placentero venir", afirma Claudio Ledesma, creador y director del Círculo de Cuentacuentos de Buenos Aires y director del Festival Internacional "Te doy mi palabra". En su taller -de narración oral como arma terapéutica- aporta su experiencia en los hospitales, como terapia directa e indirecta, como estimulación de la memoria en la tercera edad, y la exploración de técnicas para niños y adultos, siempre en el contexto de la salud.
Sobre los efectos de sus intervenciones, Ledesma expresa: "cuando vamos, aunque sea por única vez, al paciente le llevamos el afuera a través de un cuento. Lo que se ve de inmediato es que resignifica su identidad. En el hospital la persona pasa a ser 'el paciente X', y eso le genera angustia. Con el cuento logra evadirse de ese lugar inhóspito, genera endorfinas y mejora su estado de ánimo, lo que favorece su recuperación. Es una actividad que no se puede hacer individualmente porque uno se emociona".
Descubren culturas
Ya se instaló en el calendario cultural tucumano: son dos días de zapadas de cuentos, talleres y funciones en diferentes salas teatrales y en escuelas, con narradores de España, Colombia, Venezuela, Buenos Aires y Tucumán.
El lema de este tercer festival internacional es "Contamos cuentos, descubrimos culturas". Es lo que proponen los organizadores, el grupo Los cuenteros (Tucumán), integrado por Patricia García en la coordinación general, junto a Soledad Pereyra, Daniela Villalba y Alejandra Giménez.
"Más que una propuesta escénica concreta es un taller básico, destinado a personas que tienen siempre temor de ver la oportunidad de contar cuentos como un absoluto escénico. Pero puede ser que lo elabores desde algo más simple, desde una voz más personal -explica-. Hacemos ejercicios con anécdotas: ese el insumo natural que demuestra que a todos nos gusta ser cómplices de algo a la hora de contar o de ser confidentes. Y que esa confidencia atesorada, porque estamos ofreciendo una especie de regalo o de primicia, hace que no sea tan complicado contar".
Esta es la segunda vez que el andaluz Miguel Fo participa del festival tucumano, con el taller teórico-práctico de "Animación para la introducción del cuento para niños". "Se trata de enfrentar a los chicos partiendo no del qué contamos sino cómo lo contamos, independientemente de lo que se diga -dice el expresivo actor-. El cómo depende del contexto; si hay adultos, estos juzgarán el mensaje o el contenido pero los chicos simplemente van a disfrutar de las historias".
Lo esencial y la música
"Vengo como narrador, con historias nuevas. Ahorita no dicto taller", advierte Braulio Aguilera, que entre otras ocupaciones es promotor del Plan Revolucionario de Lectura en Venezuela. Junto a los otros narradores contó con maestría historias para niños y adultos que hablan del amor, de la muerte, de la alegría, de lo esencial del ser humano, como toda historia de tradición oral.
"Mi taller está enfocado directamente hacia la música y la literatura. Pero ojo, cuando digo música no es como normalmente se la entiende", advierte Gazel Zayad, cantautor, narrador oral y gestor cultural colombiano. "Yo me refiero a la música que tenemos todos adentro, a la musicalidad del lenguaje, de las palabras, al ritmo que sentimos antes de nacer desde el corazón de nuestra madre. Esa es la primera noción musical que tenemos -agrega-. Y cómo articular la música con la literatura. En el taller trabajo con chicos y jóvenes. La idea es darles herramientas a los docentes para sensibilizar, pero no tienen que ser músicos ni narradores".
No tan porteño
"Soy porteño de padres tucumanos, así que es muy placentero venir", afirma Claudio Ledesma, creador y director del Círculo de Cuentacuentos de Buenos Aires y director del Festival Internacional "Te doy mi palabra". En su taller -de narración oral como arma terapéutica- aporta su experiencia en los hospitales, como terapia directa e indirecta, como estimulación de la memoria en la tercera edad, y la exploración de técnicas para niños y adultos, siempre en el contexto de la salud.
Sobre los efectos de sus intervenciones, Ledesma expresa: "cuando vamos, aunque sea por única vez, al paciente le llevamos el afuera a través de un cuento. Lo que se ve de inmediato es que resignifica su identidad. En el hospital la persona pasa a ser 'el paciente X', y eso le genera angustia. Con el cuento logra evadirse de ese lugar inhóspito, genera endorfinas y mejora su estado de ánimo, lo que favorece su recuperación. Es una actividad que no se puede hacer individualmente porque uno se emociona".
Descubren culturas
Ya se instaló en el calendario cultural tucumano: son dos días de zapadas de cuentos, talleres y funciones en diferentes salas teatrales y en escuelas, con narradores de España, Colombia, Venezuela, Buenos Aires y Tucumán.
El lema de este tercer festival internacional es "Contamos cuentos, descubrimos culturas". Es lo que proponen los organizadores, el grupo Los cuenteros (Tucumán), integrado por Patricia García en la coordinación general, junto a Soledad Pereyra, Daniela Villalba y Alejandra Giménez.
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