La victoria se hizo esperar demasiado

San Martín parece estar predestinado a sufrir más de la cuenta para conseguir lo que merece obtener en los 90 minutos de juego. El 1 a 0 del final del cotejo frente a Sportivo Belgrano no marca equitativamente la diferencia que hubo entre uno y otro equipo a lo largo de todo el desarrollo del encuentro.

Como ocurrió en las anteriores presentaciones, el "santo" volvió a mostrar cierta anemia ofensiva, lo que le privó de rescatar algún punto más en la tabla de posiciones. Esta vez, como nunca había pasado en el certamen, los cambios que el técnico Carlos Ramacciotti introdujo a lo largo del encuentro le dieron los resultados esperados. Especialmente el retorno de Patricio Rodríguez que, luego de nueve meses, volvió a jugar oficialmente. Y vaya si su regreso fue fructífero. Con un verdadero golazo, el "Patito" canjeó las críticas que ya bajaban desde las tribunas por un interminable grito de alegría que resonó más allá del recinto de La Ciudadela.

Rodríguez le pidió prestado por un rato el traje de estratega a Juan Román Riquelme y con una jugada típica del ex jugador de Boca definió el partido con un remate espectacular desde afuera del área. Para ponerse de pie y aplaudirlo.

Cara y cruz
Sin dudas que en esta ocasión el "santo" mostró un sensible progreso en lo que se refiere al manejo de la pelota. Pero como se hizo una constante en las seis fechas que se disputaron del torneo, a los "albirrojos" les está costando cristalizar en la red contraría, esa hegemonía que evidencia en el resto del campo de juego. Carlos Ramacciotti, al final del encuentro, mostró su preocupación porque el equipo con dos hombres más en el campo de juego (expulsión de Zampedri y lesión de Martínez), terminó sufriendo. En los últimos minutos se desordenó y le posibilitó a la visita terminar jugando en el área local. Cuando tenía todo para florearse, tuvo que conformarse con ganar por la mínima diferencia.