Dos sensaciones a la hora de bailar Piazzolla

Dos sensaciones a la hora de bailar Piazzolla

04 Julio 2012
A la hora de elegir su tema "piazzolliano" preferido, Natalia Burgos, bailarina y profesora de tango, opta sin dudar por "Los pájaros perdidos". "Bailar Piazzolla es un desafío; los tiempos son otros, no están tan marcados... Por eso es básico conocer la música para interpretarla". "Esas modificaciones rítmicas -explica- tienen que ver con la formación clásica de Piazzolla, que lleva a que incluso hoy haya gente que diga 'eso no es tango'".

Ella, claro, no es de esa opinión, pero advierte que para la gente que recién empieza no es fácil de bailar. "Con los grupos de nivel inicial no trabajo con Piazzolla, salvo para precalentamiento, para repasar la técnica y practicar el equilibrio", explica.

Sentir la música
"Bailé mucho Piazzolla cuando trabajaba en Buenos Aires, en la década del 70 -cuenta Genaro Trujillo, bailarín profesional de tango y docente-. Creo que hay dos maneras de hacerlo: la tradicional, la de las milongas, y las adaptaciones clásicas, como las de Julio Bocca. Prefiero la primera, y no creo que haya grandes diferencias, a la hora de bailar, entre el tango de Piazzolla y el 'ortodoxo'. La música no cambia la esencia; entonces, hay que bailar musicalmente, siguiendo la emoción, sin tantas patadas ni tantos firuletes".

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