En Abra Pampa quieren wifi en la plaza para conectarse

En Abra Pampa quieren wifi en la plaza para conectarse

En la "capital de la Puna" los jóvenes festejaron cuando tuvieron sus computadoras

SON OTROS. Lamas, Ciares y Martínez reconocen que les cambió la vida cuando recibieron sus computadoras. LA GACETA / FOTO DE DAVID CORREA SON OTROS. Lamas, Ciares y Martínez reconocen que les cambió la vida cuando recibieron sus computadoras. LA GACETA / FOTO DE DAVID CORREA
SAN SALVADOR DE JUJUY (Enviado especial).- Abra Pampa se encuentra a 250 kilómetros al norte de San Salvador de Jujuy, sobre la ruta nacional 9, y es conocida como la "capital de la Puna", al encontrarse a 3.850 metros sobre el nivel del mar. Sus casi 8.000 habitantes conviven con constantes vientos secos y temperaturas extremas, rodeados de una flora escasa. Por sus calles aledañas es común ver deambular a grupos de llamas que rompen con la monotonía altiplánica.

La pequeña población se desarrolló casi a los pies del cerro Huncar, lo que la convirtió en un destino turístico, puesto que allí se encuentra la majestuosa laguna de los flamencos rosados. Además, es la puerta de entrada a la localidad de Casabindo, en donde se realiza el tradicional toreo de la bincha durante las fiestas patronales.

Hasta Abra Pampa llegaron el año pasado las computadoras portátiles del programa Conectar Igualdad. La entrega se hizo en la Escuela Normal Superior "Sargento Cabral", el único colegio en donde hay señal wifi para conectarse a Internet. De todos modos, a ésta sólo se puede acceder en la biblioteca.

"Todos vamos hasta ahí, pero ya no sacamos los libros, usamos el lugar para estudiar con las computadoras", contó a LA GACETA Dante Lamas, de 5° año, quien recibió una computadora el año pasado.

Junto a su amigo Omar Ciares, recuerda con alegría el día que pudieron llevar los equipos a sus casas. "Fue inolvidable, por fin tenía la 'compu' propia. Y con clave, para que nadie la toque. De un día para otro la mía pasó a ser la mejor de la casa, porque teníamos una máquina 'viejita'", rememoró Omar.

A su lado, Rafael Martínez, con el rostro marcado por el viento eterno, esboza una amplia sonrisa y cuenta: "ahora paso más tiempo en la computadora, no tanto en Facebook, pero sí en juegos y programas con los que aprendo, por ejemplo, a editar fotos y audio". Los tres coinciden en que ahora escriben más rápido en la computadora y ayudan a sus padres cuando necesitan averiguar datos sobre beneficios sociales o cobros de jubilaciones o pensiones.

Se quedaron sin señal

Los tres, sin embargo, se quejaron de la conectividad. Contaron que en sus casas no tienen señal y que hasta hace dos meses, fuera del horario de clases, podían conectarse a la señal wifi abierta que tenía el Concejo Deliberante. "Parece que les molestó que íbamos hasta allí, porque ahora le pusieron clave y ya nadie puede entrar. Supuestamente es un edificio público que debería estar al servicio de toda la comunidad", expresaron al mismo tiempo. Por eso, pidieron que la conectividad se resuelva y se instalen equipos en lugares públicos, como la plaza del pueblo. (Especial)

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