El peor remedio...
No era el momento. Tampoco el lugar. La renuncia de Emilio Luque sacudió los cimientos de San Martín. No tanto por la renuncia en sí, algo que se especulaba desde hace varias semanas, aunque el propio protagonista se había encargado de desmentirla. El empresario no se sintió cómodo desde el primer día. Tuvo roces con sus pares de la directiva por su forma de manejarse. Tampoco cayó bien la forma que eligió para marcharse: cuando estaban por cerrar la contratación del nuevo entrenador. "Nos dejó helados. No lo esperábamos", admitió un integrante de la directiva. Golpeados, pero firmes, decidieron asimilar el golpe. No van a tirar la toalla. Buscarán rearmarse y salir adelante. No será fácil. Se especula con la ayuda externa desde el gobierno. San Martín en su conjunto -la institución, los hinchas, los socios- no merecen lo que está pasando. Luque llegó hace casi siete meses como el salvador que iba a curar todos los males. Al final, terminó siendo peor el remedio...

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