19 Junio 2012
BALANCE. Luque consideró que su gestión al frente del "santo" no fue un fracaso. LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE
Al fundamentar su dimisión a la presidencia del club San Martín, Emilio Luque afirmó que tiene obligaciones pendientes con su empresa, que le impiden continuar al frente de la institución de La Ciudadela. Sin embargo, también mencionó la difícil situación económica del "santo" y las diferencias que mantuvo con sus pares de la comisión directiva.
En declaraciones al programa televisivo Los Primeros, el empresario remarcó que la realidad financiera de la entidad no es grave, pero insistió con que el mayor problema es el parate del campeonato, que dejó al club sin partidos para recaudar dinero. "Con tres meses sin ganancias es complicado sostener las obligaciones", explicó.
Luque insistió con que la crisis económica de la institución se debe a la falta de apoyo del sector privado. "Quienes más fallaron fueron las empresas privadas, porque no respaldan al club. Al mismo tiempo, la ayuda estatal no es fácil pedirla, porque el Gobierno tiene otras prioridades. Si no hay fondos otras viviendas es ilógico que el Gobierno apoye al fútbol", manifestó.
El ex titular del "santo" también mencionó diferencias con los integrantes de la comisión directiva, respecto de la continuidad de los entrenadores del equipo profesional. "Yo no estaba de acuerdo con el alejamiento de (Pedro) Monzón ni de (Miguel) Amaya", señaló.
El apoyo de la gente
Luque subrayó que San Martín requiere de $ 1 millón mensuales para solventar sus gastos y consideró que hoy el club no tiene ingresos para pagar un plantel competitivo. "Con la ayuda de los hinchas, saldrá adelante. Con el cariño no alcanza, hay que acompañar", insistió.
El empresario supermercadista consideró que su gestión en la entidad de La Ciudadela, que duró siete meses, no fue un fracaso. "Puse todo mi esfuerzo. El club me debe $ 1 millón, que no reclamaré. Surgió un imprevisto en mi empresa y no puedo seguir. Yo lo quiero mucho a San Martín y seguiré apoyandolo, como lo hice siempre, pero desde afuera", concluyó. LA GACETA ©
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