Sólo falta la firma para que Ramacciotti sea el técnico "santo"

Como buen vendedor, despliega todos sus mejores productos sobre la mesa. El modelo del Belgrano campeón en 2006 es su caballito de batalla pero antes de arrancar quiere que todo esté en órden. La abrupta salida de Emilio Luque también lo sorprendió a él. "Mirá, si hasta traje y corbata me puse", dice Carlos Ramacciotti mientres señala una foto de LA GACETA, que refleja la fallida conferencia de prensa para anunciar su incorporación a San Martín. Aunque la renuncia del presidente sacudió a muchos, el rosarino escuchó las promesas de la comisión directiva y ahora espera confiado que todo comience a resolverse. 

"Todo esto no le hace bien a la imagen del club", cuenta el rosarino que trabajó más de dos décadas en Renato Cesarini. Con su currículum cargado, llegó a Tucumán con su hijo Marcos, como ayudante de campo, y el preparador físico Diego Rojas. Aunque esperan la confirmación oficial, internamente ya saben que se quedarán en San Martín por lo que no quieren perder tiempo.

Lo primero que visitaron fue el complejo Natalio Mirkin y La Ciudadela. La búsqueda de lugares para hacer la pretemporada también están subrayados en la agenda junto al listado de jugadores que formaron parte del plantel durante la temporada pasada. Si bien no vieron a todos, están al tanto de la situación de la mayoría de los 47 jugadores que integraron los equipos de Pedro Monzón y Miguel Amaya. 

La lista de refuerzos tiene algunos nombres, pero reconoce que todavía no hablaron con ninguno. "Quiero los mejores por cada puesto. Después, con trabajo, vamos a elevarles el nivel a todos", comenta confiado.

Al ser consultado sobre lo que falta para que se convierta en entrenador del "santo", es claro. "No necesito papeles. Con la palabra me alcanza", manifiesta Ramacciotti, al tiempo que relata que durante la cena que mantuvo con los dirigentes le aseguraron que hoy iban a confirmar todos los dichos que por ahora dan vueltas por el aire.

Entre sus prioridades también está el presupuesto con el que contará para poder tentar a los futuros refuerzos. "Sólo así sabré qué ofrecer", explica el técnico, que tiene en mente hablar a algunos jugadores que ya vistieron la camiseta de San Martín y quedaron identificados con la hinchada. Eso sí, ya tiene más o menos definido que deberá reducir el plantel si es que quiere volverlo competitivo. 

Sin fechas definidas para comenzar a trabajar, el ex Nueva Chicago y Defensa y Justicia sabe que ahora deberá ser paciente y, a pesar de que no le puso un tiempo límite, espera que esta misma tarde la dirigencia comience a desenmarañar la temporada 2012/2013. Por ahora, todo sigue en suspenso. Es sólo cuestión de esperar. LA GACETA ©