15 Junio 2012 Seguir en 
Es uno de los gestos más nobles de un ser humano y sin embargo, no es tan frecuente como debería serlo. ¿Quién se negaría a entregar gratuitamente una pequeña porción de su sangre para ayudar a vivir a otra persona? Las situaciones límite nos hacen tomar conciencia de la importancia de donar sangre cuando la necesitamos o la requiere un ser querido, pero una vez transcurrida la urgencia, esta acción generosa raramente se repite. Ayer se celebró el Día Internacional del Donante de Sangre.
La fecha fue instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para recordar el aniversario del nacimiento del doctor Karl Landsteiner, un patólogo de origen austríaco que desarrolló el sistema de clasificación de grupos sanguíneos ABO, labor que le valió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1930. La fecha busca también reconocer a los millones de personas que, al donar sangre, salvan vidas y mejoran la salud del prójimo y de promover esta acción solidaria especialmente entre los jóvenes. De los 80 países del mundo con un bajo índice de donaciones de sangre (menos de 10 donaciones por cada 1.000 personas), 79 son naciones en desarrollo.
Las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud. Suelen necesitar transfusiones las mujeres con complicaciones obstétricas; los chicos con anemia grave, los individuos con traumatismos serios ocasionados por accidentes, enfermos de cáncer o personas que son intervenidas quirúrgicamente. También requieren sangre los pacientes con talasemia o drepanocitosis, y se la emplea en la elaboración de factores de coagulación para los hemofílicos.
La celebración no pasó inadvertida en Tucumán. En Yerba Buena, el Banco de Sangre efectuó una colecta. Participaron alumnos de 12 establecimientos educativos que venían trabajando, desde hace más de una semana, en temas relacionados con la donación. Se promovió también la inscripción en el registro de donantes de médula. "Es fundamental crear la conciencia de la donación voluntaria y habitual. El banco necesita alrededor de 200 unidades por día, pero recibimos menos. Porque, generalmente, se dona para reponer. Y eso es ocasional. Es importante que la cantidad de donaciones voluntarias crezca", explicó una dirigente.
La OMS señala que existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable. Las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son indispensables para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise.
En otras oportunidades, hemos señalado en este columna la importancia de que se incorporen a la educación en los distintos niveles la enseñanza de la salud, en la que esté incluida la donación de órganos. El Estado podría impulsar campañas de concientización en la administración pública y en las universidades o montar mesas informativas en lugares donde hay una gran concentración de gente, como los estadios de fútbol -cuando juegan, por ejemplo, San Martín y Atlético Tucumán- o en los partidos de rugby internacional. De ese modo, tendríamos una sociedad menos prejuiciosa, más informada y solidaria, consciente de que dar sangre a un semejante es regalar vida.
La fecha fue instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para recordar el aniversario del nacimiento del doctor Karl Landsteiner, un patólogo de origen austríaco que desarrolló el sistema de clasificación de grupos sanguíneos ABO, labor que le valió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1930. La fecha busca también reconocer a los millones de personas que, al donar sangre, salvan vidas y mejoran la salud del prójimo y de promover esta acción solidaria especialmente entre los jóvenes. De los 80 países del mundo con un bajo índice de donaciones de sangre (menos de 10 donaciones por cada 1.000 personas), 79 son naciones en desarrollo.
Las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud. Suelen necesitar transfusiones las mujeres con complicaciones obstétricas; los chicos con anemia grave, los individuos con traumatismos serios ocasionados por accidentes, enfermos de cáncer o personas que son intervenidas quirúrgicamente. También requieren sangre los pacientes con talasemia o drepanocitosis, y se la emplea en la elaboración de factores de coagulación para los hemofílicos.
La celebración no pasó inadvertida en Tucumán. En Yerba Buena, el Banco de Sangre efectuó una colecta. Participaron alumnos de 12 establecimientos educativos que venían trabajando, desde hace más de una semana, en temas relacionados con la donación. Se promovió también la inscripción en el registro de donantes de médula. "Es fundamental crear la conciencia de la donación voluntaria y habitual. El banco necesita alrededor de 200 unidades por día, pero recibimos menos. Porque, generalmente, se dona para reponer. Y eso es ocasional. Es importante que la cantidad de donaciones voluntarias crezca", explicó una dirigente.
La OMS señala que existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable. Las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son indispensables para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise.
En otras oportunidades, hemos señalado en este columna la importancia de que se incorporen a la educación en los distintos niveles la enseñanza de la salud, en la que esté incluida la donación de órganos. El Estado podría impulsar campañas de concientización en la administración pública y en las universidades o montar mesas informativas en lugares donde hay una gran concentración de gente, como los estadios de fútbol -cuando juegan, por ejemplo, San Martín y Atlético Tucumán- o en los partidos de rugby internacional. De ese modo, tendríamos una sociedad menos prejuiciosa, más informada y solidaria, consciente de que dar sangre a un semejante es regalar vida.
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