Hace 147 años comenzó a circular el primer sello postal

Hace 147 años comenzó a circular el primer sello postal

Su implementación permitió mejorar el sistema de comunicación, que comenzó en Corrientes y luego se expandió a todo el país.

“Las piezas postales son como los diamantes; cuanto más raras, más valiosas”, dice Pedro Falzaresi (izquierda). A la derecha, Eduardo van Nieuwenhove dice que su pasión por la filatelia lo vinculó con mucha gente en el mundo. “Las piezas postales son como los diamantes; cuanto más raras, más valiosas”, dice Pedro Falzaresi (izquierda). A la derecha, Eduardo van Nieuwenhove dice que su pasión por la filatelia lo vinculó con mucha gente en el mundo.
21 Agosto 2003
"Lo más lindo que me dio la filatelia es la oportunidad de conocer gente; de enriquecerme al descubrir hechos inéditos de la historia argentina y de aprender a encarar proyectos de investigación. A través de los sellos postales, averiguamos, por ejemplo, que el primer país que reconoció la independencia de Argentina fue la isla de Hawaii. Y esto se logró cuando un grupo de chicos filatelistas se dedicó a juntar sellos que tenían que ver con los contactos de Argentina con el mundo", cuenta, entusiasmado, Eduardo van Nieuwenhove, integrante de la Sociedad Filatélica de Tafí Viejo.
Un día como hoy, el 21 de agosto de 1856, comenzaba a circular en la Argentina, más precisamente en Corrientes, el primer sello postal. "Estaba impreso sobre papel barrilete, tenía grabada la efigie de la diosa Ceres y su valor era un real. Su implementación permitió mejorar el sistema de comunicaciones, que comenzó en Corrientes y luego se expandió a todo el país", explica el filatelista, apasionado por las estampillas de Bélgica, la patria de sus abuelos.
Eduardo recibió, como herencia, valiosas estampillas centenarias; entre ellas, una especialmente bella, con la imagen de la reina Astrid de Bélgica.
Todos los sábados, a las 17, la biblioteca Aníbal Pasquini se convierte en sede de las tertulias de la Sociedad Filatélica, que preside Adrián Trápani. Desde allí se buscan catálogos, se establecen contactos con empresarios filatélicos y se comunican con filatelistas de todo el mundo, para intercambiar datos. Eso sí: "el medio de comunicación jamás es Internet, sino una buena carta por Correo, como corresponde", aclara Eddy.

Varias veces premiado
En Tucumán vive uno de los máximos referentes de la filatelia, el ingeniero Pedro Falzaresi. En sus colecciones, que recorrieron las principales capitales del mundo, se exhiben cartas con sus respectivos sellos postales dirigidas a Belgrano, Urquiza, Sarmiento y Marcos Paz, que revelan momentos cruciales de la historia argentina. "Para el coleccionista no sólo tienen valor los sellos en sí, sino también la pieza completa; es decir, la carta, el recorrido que hizo y por qué; el destinatario y los problemas que tuvo la carta para llegar", explica este italiano de cuna pero tucumano por opción.
Falzaresi vino a la Argentina cuando tenía 17 años, y por entonces ya había comenzado a abrazar su mayor pasión. "Las piezas postales son como los diamantes, cuanto más raras, más valiosas", opina uno de los coleccionistas de sellos argentinos más importantes de Sudamérica. Su patrimonio filatélico le valió varios premios; entre ellos, tres veces la medalla grande de oro de la Federación Internacional Postal (FIP).

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