02 Abril 2012
MAYOR INCIDENCIA EN LOS VARONES. Los casos de autismo son cinco veces más frecuentes entre los niños. Las terapias son cada vez más eficaces. FALTARIAMAS.COM
Cuando un niño no balbucea a los 12 meses, no emite palabras sueltas al año y medio de vida, tiene poco contacto ocular con sus seres queridos o extraños, no responde a su nombre, no expresa sonrisa social, no presta atención a los demás (ni siquiera a otros niños), es muy independiente y le gusta estar solo... ¡Mucha atención! Estos son algunos de los signos que presenta el autismo, y la consulta a profesionales especializados se vuelve impostergable.
No es una enfermedad
"El autismo no es una patología en el sentido convencional, sino una severa alteración biológica que afecta la comunicación, los intereses sociales, el juego simbólico y la conducta. Se denomina trastorno generalizado del desarrollo (TGD) o trastorno del espectro autista. Es el síndrome psiquiátrico más severo que un niño pueda padecer, porque tiene alteradas las bases de la comunicación, que le impiden socializarse y expresar conductas estereotipadas". Así lo explicó el experto en el tema, Claudio Hunter-Watts, a LA GACETA, con motivo de conmemorarse hoy el Día Internacional de Concientización del Autismo.
Daña tres áreas
Quienes sufren este síndrome tienen afectadas, en mayor o menor medida, tres áreas del desarrollo: 1) área de la comunicación verbal y no verbal; 2) de la socialización y 3) de la imaginación, creatividad y juego, que generan intereses restringidos y las conductas estereotipadas.
Hunter-Watts es director de la escuela San Martín de Porres de Buenos Aires, que brinda atención y educación integral a personas con TGD. También dirigió la capacitación del equipo interdisciplinario de profesionales que trabajan bajo su supervisión en el Centro Educativo Terapéutico San Martín de Porres-Tucumán, en Yerba Buena. Fue creado por iniciativa de la fundación de Ayuda al Niño Autista (Ania), compuesta por padres, con ayuda del Gobierno provincial y de la Municipalidad de Yerba Buena.
Se desconoce la causa
El autismo fue definido por primera vez en 1943 por el psiquiatra austríaco Leo Kanner. Desde entonces se han realizado muchas investigaciones buscando la causa o el conjunto de causas de esta alteración. Aunque aún no se pudo detectar el origen del TGD, se sabe que el trastorno (discapacidad) tiene una base neurológica.
"No hay situaciones relacionadas (madre heladera-hijo esquizofrénico o niños psicóticos-familia loca) como sostenían viejas teorías psicoanalíticas, que nublaron el tratamiento por decenios...", recordó Hunter-Watts.
Con una visión que no intentó nunca ser controversial ni confrontativa, el especialista recuerda que hace 15 años comenzaron en nuestro país los primeros trabajos cognitivo-conductuales en personas con síndrome autista. "Hemos logrado importantes mejoras que permiten una digna existencia, socialización, educación y en muchos casos, una vida plena", sostiene orgulloso por el logro alcanzado.
Afecta más al varón
El trastorno del espectro autista es muy complejo y dura toda la vida. No hay estudios epidemiológicos en nuestra región, pero según las últimas estadísticas del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, se diagnostica un caso de autismo cada 88 individuos (uno de cada 54 niños varones y una de cada 252 niñas), haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y sida pediátricos combinados. Es cinco veces más frecuente en los varones que en las niñas, y se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social.
A lo largo de su historia, la ONU ha promovido los derechos y el bienestar de los discapacitados, incluidos los niños con discapacidades de desarrollo. En 2008, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor, reafirmando el principio fundamental de universalidad de los derechos humanos para todos.
Por eso la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concientización del Autismo. El objetivo es poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno.
No es una enfermedad
"El autismo no es una patología en el sentido convencional, sino una severa alteración biológica que afecta la comunicación, los intereses sociales, el juego simbólico y la conducta. Se denomina trastorno generalizado del desarrollo (TGD) o trastorno del espectro autista. Es el síndrome psiquiátrico más severo que un niño pueda padecer, porque tiene alteradas las bases de la comunicación, que le impiden socializarse y expresar conductas estereotipadas". Así lo explicó el experto en el tema, Claudio Hunter-Watts, a LA GACETA, con motivo de conmemorarse hoy el Día Internacional de Concientización del Autismo.
Daña tres áreas
Quienes sufren este síndrome tienen afectadas, en mayor o menor medida, tres áreas del desarrollo: 1) área de la comunicación verbal y no verbal; 2) de la socialización y 3) de la imaginación, creatividad y juego, que generan intereses restringidos y las conductas estereotipadas.
Hunter-Watts es director de la escuela San Martín de Porres de Buenos Aires, que brinda atención y educación integral a personas con TGD. También dirigió la capacitación del equipo interdisciplinario de profesionales que trabajan bajo su supervisión en el Centro Educativo Terapéutico San Martín de Porres-Tucumán, en Yerba Buena. Fue creado por iniciativa de la fundación de Ayuda al Niño Autista (Ania), compuesta por padres, con ayuda del Gobierno provincial y de la Municipalidad de Yerba Buena.
Se desconoce la causa
El autismo fue definido por primera vez en 1943 por el psiquiatra austríaco Leo Kanner. Desde entonces se han realizado muchas investigaciones buscando la causa o el conjunto de causas de esta alteración. Aunque aún no se pudo detectar el origen del TGD, se sabe que el trastorno (discapacidad) tiene una base neurológica.
"No hay situaciones relacionadas (madre heladera-hijo esquizofrénico o niños psicóticos-familia loca) como sostenían viejas teorías psicoanalíticas, que nublaron el tratamiento por decenios...", recordó Hunter-Watts.
Con una visión que no intentó nunca ser controversial ni confrontativa, el especialista recuerda que hace 15 años comenzaron en nuestro país los primeros trabajos cognitivo-conductuales en personas con síndrome autista. "Hemos logrado importantes mejoras que permiten una digna existencia, socialización, educación y en muchos casos, una vida plena", sostiene orgulloso por el logro alcanzado.
Afecta más al varón
El trastorno del espectro autista es muy complejo y dura toda la vida. No hay estudios epidemiológicos en nuestra región, pero según las últimas estadísticas del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, se diagnostica un caso de autismo cada 88 individuos (uno de cada 54 niños varones y una de cada 252 niñas), haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y sida pediátricos combinados. Es cinco veces más frecuente en los varones que en las niñas, y se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social.
A lo largo de su historia, la ONU ha promovido los derechos y el bienestar de los discapacitados, incluidos los niños con discapacidades de desarrollo. En 2008, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad entró en vigor, reafirmando el principio fundamental de universalidad de los derechos humanos para todos.
Por eso la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concientización del Autismo. El objetivo es poner de relieve la necesidad de ayudar a mejorar las condiciones de vida de los niños y adultos que sufren este trastorno.
Lo más popular
