Desde el Monumental
LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE LA GACETA / FOTO DE EZEQUIEL LAZARTE
08 Marzo 2012
ESPAÑOLES HASTA EN EL PUBLICO.- Nació más cerca de ellos que quienes los rodeaban anoche, pero la vida y el amor decidieron que viera por primera vez un recital conjunto de sus compatriotas en Tucumán. Daniel es tan español como Sabina y Serrat, y ayer habrá recordado el terruño apenas resonó en el escenario el acento característico de más allá del charco. "Los sigo desde adolescente", enfatiza. No ha perdido la (buena) costumbre de escucharlos ni siquiera cuando se afincó en la provincia, donde vive su novia Lourdes. "Él me enseñó a apreciar su música", admitió ella.

TANTAS RISAS COMO MÚSICA.- Como es característico en ellos, el humor signó el show. Cuando el público coreó el clásico "a ver, a ver cómo mueven la colita", Joaquín los enfrentó: "¿que quieren ustedes con mi colita?". "Que les muevas el culo quieren", sintetizó "Nano". Nadie movió nada, pero el público los aplaudió incansablemente. Otras risas se escucharon cuando entre las víctimas de la tragedia del Titanic se nombró a Leonardo Di Caprio, y cuando Sabina ubicó la edad de su compañero "entre Matusalén y Peter Pan".

CINCO MESES ESPERANDO.- José Luis Ferroni salió despedido como bala cuando se enteró de que sus ídolos venían juntos a Tucumán. Compró las entradas ese mismo día: el 5 de noviembre pasado. Desde entonces aguardaba que sucediera todo lo que pasó anoche. Tuvo el privilegio de ver el show junto con su mujer y su hijo adolescente desde la primera fila. "Jamás dudé de que esta sería la ubicación. Estamos preparados para un recital muy emotivo", aseguró. Fue mucho más que eso.

FAMOSOS LOCALES, PRESENTES.- Figuras de la farándula local ocuparon los lugares preferenciales del espectáculo. El platinado de Marianela Mirra, que contrastaba con su bronceado, llamó la atención. La ex Gran Hermano se negó a hablar con la prensa y, en cambio, concentró la atención en la pantalla de su celular. Cerca de ella se encontraban también Mercedes Paz y su esposo; la ministra de Educación Silvia Rojkés de Temkin y su familia; y su hermano, Carlos Rojkés, además de varios funcionarios y periodistas. Estos últimos se encargaron de que las alternativas del show se siguieran casi minuto a minuto en las redes sociales.

LA BEBIDA ESCONDIDA.- La venta de alcohol no estaba permitida en el estadio, como suele ocurrir en algunos espectáculos. Sin embargo, los vendedores se las rebuscaron para ofrecer bebidas. Camuflado en el sector del banco de suplentes, escondido del campo, un grupo de mujeres vendía fernet en botellas de gaseosa. El vaso grande costaba $ 20. Los que las descubrieron y no resistieron la tentación se los llevaban de a dos.

A ENCONTRAR LUGAR.- Teniendo en cuenta la gran cantidad de público que asistió, no faltaron los encuentros entre conocidos. En esos intercambios, muchos notaron los espacios vacíos que quedaban entre algunas de las primeras filas. Por eso, cuando se largó el show, aprovecharon la oscuridad para correr a ocuparlas.

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