La "naranja" no exprimió todo su jugo

La "naranja" no exprimió todo su jugo

Salvo por momentos, Tucumán dominó de punta a punta y destrozó las ilusiones de Chile.

POSTAL REPETIDA. Federico Haustein deja en el camino a sus marcadores. Chile reconoció la superioridad local. LA GACETA/ FOTO DE HECTOR PERALTA.
POSTAL REPETIDA. Federico Haustein deja en el camino a sus marcadores. Chile reconoció la superioridad local. LA GACETA/ FOTO DE HECTOR PERALTA.
Con el 50 a 17 puesto y firmado en la planilla, sólo una conclusión resulta válida: no es momento de sacar conclusiones. Al menos todavía. ¿Por qué? Primero, porque en un debut suelen verse imprecisiones propias de un proceso de ensamblaje. Ayer fue el caso. Y segundo, porque Chile no resultó un rival que pudiera servir de vara para medir la potencialidad del modelo 2012 de la "naranja".

A ver: un try al minuto de juego, cuando la mitad de la gente todavía está buscando asiento, no es del todo concluyente, pero algo quiere decir. Empujado por la obligación moral de volver a hacer historia, Tucumán salió al atropello desde el vestuario, sin que el fuste del rival entrara en consideración. La visita acusó el golpe y trató, no ya de devolverlo, sino al menos de trasladar el centro de acción al medio. Pero a mitad del trecho, el físico abandonó a la voluntad, y el equipo chileno fue dejando de responder, sobre todo en el scrum. Y a los tries de Santiago Rodríguez del Busto, Carlos Cáceres y Lisandro Ahualli se le sumó la efectividad de Germán Núñez, para redondear un parcial de 28 a 3, muy coherente con el trámite del encuentro hasta entonces.

Dar por liquidado un partido antes de jugar el complemento suele llamar a la desgracia, pero había que ser muy chileno para creer en una remontada de los "cóndores". De todos modos, el dueño de casa se sintió autorizado a bajar revoluciones por la suficiencia con la que ganó el primer tiempo, por lo que Chile aprovechó para conocer el ingoal del frente. Y lo hizo por duplicado, dejando al descubierto algunos lapsus de desconcentración en el fondo "naranja", que a pesar de todo se mostró sólido y con inteligencia para no llenarse de penales.

Más allá del cómo, una goleada como la de ayer siempre tiene su golpe de efecto. Tanto para los nuestros como para los que deben enfrentarlos el próximo fin de semana.

Comentarios