Para comenzar a sentir la movida

La previa: llámese a la situación que precede a una noche de fiesta, sea en un boliche o en un after. Eso que acontece tiene como ámbito real un drugstore o un bar. Su inicio se marca con un acuerdo previo entre un grupo que tendrá como mínimo dos integrantes. Sus características son: bajos precios, cervezas bien heladas y música en alto volumen. Tiene un máximo de tiempo de permanencia en el lugar que no supera las dos horas.

La previa para los tucumanos es fundamental. Ya no se sale de casa a las dos de la mañana para ir a un boliche. Antes hay que ver, hay que oír y hay que sentir la noche. Y un punto en común para los anticipados es la "Chacapiedras" (intersección de las calles Chacabuco y Piedras). Allí proliferan los drugstores, las mesas llenas de cervezas y los amigos. "Acá vienen porque hay buena onda. Los atiende el dueño y el precio es de drugstore. Otra de las explicaciones por la que esta esquina es un éxito es que la gente está en la calle, expuesta. Ve quien llega, quien se va y al que pasa", cuenta Sergio Morales, dueño de uno de los locales que se llena de lunes a lunes, aunque durante el año los días fuertes son los jueves, viernes y sábados. Otra de las particularidades de la "Chacapiedras" es que "toman desde que llegan y hasta que se van. Además hay recambio y el cliente se autosirve. No cobro en las mesas. Ellos vienen adentro, compran lo que quieren y no tienen que esperar para recibir la cuenta", agrega Morales. Pero la previa tucumana no se queda solo en ese sector; el recorrido es mucho más amplio y abarca sectores como Barrio Norte, los bares del Abasto y los de Yerba Buena, lugares por excelencia para vivir la previa ya que se encuentran a pocos metros de la próxima parada: los boliches.