14 Diciembre 2011
Que se use "entripado" para referirse a un enojo podría dejar de ser una metáfora. Y sentir que el estómago "se cierra" en una situación de estrés o que "se llena de mariposas" frente a la persona amada también tendría una explicación científica.
Ocurre que el aparato digestivo está tapizado por una red de neuronas (células nerviosas) de tan amplio alcance que algunos científicos la han denominado "segundo cerebro". Esta red neuronal no elabora pensamientos, pero influye en el estado de ánimo, en el carácter y hasta en el ritmo del sueño, según revelaron los datos de recientes estudios científicos.
Células madre
Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, y autor de "El segundo cerebro" (The Second Brain), un libro de referencia en las investigaciones sobre el tema, explica: "conocido técnicamente como el sistema nervioso entérico, el segundo cerebro está compuesto por capas de neuronas ubicadas en las paredes del tubo intestinal; son unos 100 millones de neuronas. Ahora se sabe que en el intestino hay células madre adultas que pueden reemplazar las neuronas que mueren o son destruidas. El sistema nervioso entérico le habla al cerebro y este le responde".
Según afirma Gershon, el intestino puede afectar el humor, y la estimulación del nervio principal que conecta al cerebro con el intestino (el vago) puede ayudar a aliviar la depresión. Es usado para tratar la epilepsia.
Rol clave
"El segundo cerebro -consigna Gershon- tiene un papel en la mayoría de las enfermedades del intestino, desde el síndrome de colon irritable hasta las enfermedades relacionadas con la inflamación del intestino. Uno no puede vivir sin su sistema nervioso entérico. Hasta la constipación de la tercera edad es un problema del segundo cerebro. El bienestar emocional cotidiano quizá también dependa de mensajes que el cerebro intestinal envía al craneano. Necesitamos saber más sobre él para tener mayor información sobre cómo abordar muchos males comunes de la humanidad".
El pequeño cerebro que tenemos en las entrañas funciona en conexión con el del cráneo. Determina en parte nuestro estado mental y es clave en enfermedades que afectan otras partes del organismo. Además de neuronas, en el aparato digestivo están todos los neurotransmisores que existen en el cerebro. De hecho, el 95 % de la serotonina, uno de los neurotransmisores más importantes, se encuentra en el intestino.
Ocurre que el aparato digestivo está tapizado por una red de neuronas (células nerviosas) de tan amplio alcance que algunos científicos la han denominado "segundo cerebro". Esta red neuronal no elabora pensamientos, pero influye en el estado de ánimo, en el carácter y hasta en el ritmo del sueño, según revelaron los datos de recientes estudios científicos.
Células madre
Michael Gershon, investigador de la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos, y autor de "El segundo cerebro" (The Second Brain), un libro de referencia en las investigaciones sobre el tema, explica: "conocido técnicamente como el sistema nervioso entérico, el segundo cerebro está compuesto por capas de neuronas ubicadas en las paredes del tubo intestinal; son unos 100 millones de neuronas. Ahora se sabe que en el intestino hay células madre adultas que pueden reemplazar las neuronas que mueren o son destruidas. El sistema nervioso entérico le habla al cerebro y este le responde".
Según afirma Gershon, el intestino puede afectar el humor, y la estimulación del nervio principal que conecta al cerebro con el intestino (el vago) puede ayudar a aliviar la depresión. Es usado para tratar la epilepsia.
Rol clave
"El segundo cerebro -consigna Gershon- tiene un papel en la mayoría de las enfermedades del intestino, desde el síndrome de colon irritable hasta las enfermedades relacionadas con la inflamación del intestino. Uno no puede vivir sin su sistema nervioso entérico. Hasta la constipación de la tercera edad es un problema del segundo cerebro. El bienestar emocional cotidiano quizá también dependa de mensajes que el cerebro intestinal envía al craneano. Necesitamos saber más sobre él para tener mayor información sobre cómo abordar muchos males comunes de la humanidad".
El pequeño cerebro que tenemos en las entrañas funciona en conexión con el del cráneo. Determina en parte nuestro estado mental y es clave en enfermedades que afectan otras partes del organismo. Además de neuronas, en el aparato digestivo están todos los neurotransmisores que existen en el cerebro. De hecho, el 95 % de la serotonina, uno de los neurotransmisores más importantes, se encuentra en el intestino.
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