Si querés droga, conseguite una guitarra. O una moto. O una pistola. Y no, no es un delirio. Es el precio que muchas veces se exige para entregar marihuana o cocaína a los adictos desesperados por acceder a esa sustancia que el cuerpo y la mente les piden. Las escuchas telefónicas que se realizaron en el marco de la investigación a Juan "Bebote" Paradi y su familia por venta de drogas en Concepción desnudaron la problemática y compleja realidad de numerosos jóvenes de nuestra provincia.
En las desgrabaciones de las llamadas se puede escuchar cuando los dealers le pedían a los jóvenes que les consiguieran un bien determinado a cambio de los estupefacientes. La situación fue bien descripta por el fiscal Federal Leopoldo Peralta Palma en su alegato. "Se criminaliza la pobreza, porque no sólo hablamos de dinero. Se trata de cambiar esta droga, de hacer un trueque, por una batería, por una guitarra, por motovehículos. Es decir que ?Bebote? y Paz recibían el material producto de ilícitos a cambio de droga, y eso es lo realmente grave", dijo el fiscal.
Es que no se trata solamente de un niño o joven que, preso de una adicción que nadie atiende, se consume en la droga. También hablamos de la inseguridad que día a día azota a miles de tucumanos, que son atacados por chicos que sólo buscan teléfonos celulares, carteras o unos pocos billetes, para cambiarlos por un porro, por un "raviol" o por "paco".
"Hay una afrenta a la seguridad, porque el adicto se ve obligado a delinquir para conseguir la sustancia, y el que le provee está adaptado a eso", manifestó Peralta Palma. Si bien es verdad que, como muchas veces se hizo notar, la cadena del narcotráfico se corta en los pequeños comerciantes, no es menos cierto que sacar del "mercado" bandas como la de "Bebote" y sus hermanos es una buena noticia. Pero no hay que olvidar a ese adicto, que necesita ayuda para salir de un pozo que parece no tener fin.
En las desgrabaciones de las llamadas se puede escuchar cuando los dealers le pedían a los jóvenes que les consiguieran un bien determinado a cambio de los estupefacientes. La situación fue bien descripta por el fiscal Federal Leopoldo Peralta Palma en su alegato. "Se criminaliza la pobreza, porque no sólo hablamos de dinero. Se trata de cambiar esta droga, de hacer un trueque, por una batería, por una guitarra, por motovehículos. Es decir que ?Bebote? y Paz recibían el material producto de ilícitos a cambio de droga, y eso es lo realmente grave", dijo el fiscal.
Es que no se trata solamente de un niño o joven que, preso de una adicción que nadie atiende, se consume en la droga. También hablamos de la inseguridad que día a día azota a miles de tucumanos, que son atacados por chicos que sólo buscan teléfonos celulares, carteras o unos pocos billetes, para cambiarlos por un porro, por un "raviol" o por "paco".
"Hay una afrenta a la seguridad, porque el adicto se ve obligado a delinquir para conseguir la sustancia, y el que le provee está adaptado a eso", manifestó Peralta Palma. Si bien es verdad que, como muchas veces se hizo notar, la cadena del narcotráfico se corta en los pequeños comerciantes, no es menos cierto que sacar del "mercado" bandas como la de "Bebote" y sus hermanos es una buena noticia. Pero no hay que olvidar a ese adicto, que necesita ayuda para salir de un pozo que parece no tener fin.
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