Uva negra, fuente de energía natural para niños y deportistas

15 Noviembre 2011
La uva es uno de los alimentos con más propiedades curativas. Al igual que el vinagre de manzana es un potente depurador intestinal. Ayuda en forma sorprendente a sanar diversos padecimientos que derivan precisamente de un intestino en mal estado, con muchas toxinas pegadas en las paredes interiores que tienen la importante función de absorber los nutrientes de los alimentos. Si el intestino está sucio, la calidad de absorción es deficiente, y esto se notará en la salud general del organismo.

La eficacia depurativa de la uva se atribuye fundamentalmente a que es un alimento alcalinizante. Rica en potasio, controla el equilibrio de los líquidos en el organismo y sus niveles bajos de sodio. Tiene cantidades considerables de vitamina B, que interviene en el metabolismo de las grasas y los hidratos de carbono.

También es rica en azúcares naturales e hidratos de carbono, lo que la convierte en una fuente de energía natural para las personas que precisan un esfuerzo extra como los deportistas, los niños en crecimiento y las personas con niveles bajos de azúcar.

La composición nutritiva de las uvas moradas o negras varía ligeramente respecto a las variedades blancas. Las primeras son menos dulces porque tienen menos azúcares (glucosa y fructosa).

En cuanto a las vitaminas y los minerales, apenas hay variaciones con el resto de variedades. La cantidad de ácido fólico y de potasio es ligeramente superior en la uva negra que en el resto de variedades. La piel y las semillas de la uva negra concentran sustancias antioxidantes (polifenoles y taninos). Esta es precisamente la particularidad que les da el valor nutricional añadido respecto a las variedades blancas. Además, en la piel del fruto se concentra la fibra que le confiere propiedades laxantes. Un reciente estudio de la Universidad de Glasgow, Reino Unido, determinó que el jugo de uva morada tiene la concentración más alta y amplia de antioxidantes en comparación con los zumos analizados de otras frutas (manzana, arándano, granada, naranja, pomelo, ananá, tomate y uva blanca). Tales resultados justifican el consumo habitual de la fruta para aumentar de forma natural los antioxidantes en la dieta. Esto ayudará a prevenir enfermedades degenerativas como las cardiovasculares y el cáncer.

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