13 Noviembre 2011
TELAM
- Cuando empezó a escribir el primer eslabón de la trilogía, ¿había planeado el esquema de las tres novelas? ¿Cómo fue el proceso de escritura de Cine?
- No. Sólo me dí cuenta de que había una continuación que me intrigaba y que quería escribir cuando terminé el primer libro. Hasta que uno no escribe el libro que se propone escribir no termina de saber por qué quiere hacerlo. También intuí en ese momento que si había un segundo libro habría un tercero. Y así fue. Escribí cada uno de los tres libros, después de pensarlos mucho, en tres o cuatro meses de 2008, de 2009 y de 2010. La lógica que intenta seguir la novela es la del tríptico de películas sobre Evita en el que trabaja Sivori, el director de cine que es el protagonista. La vida pública y la privada de Sivori se mueven alrededor de ese eje.
- Al leer las tres piezas de la serie, pienso en que la tercera parte puede ser vista como el cierre pero también la síntesis de la trilogía. ¿Le parece que es así?
- En el tercer libro, La inmortalidad, hay cambios fuertes en los procedimientos narrativos. Entre ellos, que la totalidad de la historia, o casi, será recontada por todos los personajes principales desde sus puntos de vista. El narrador, entonces, abandona la tercera persona de Cine I y Cine II y aparecen las voces en primera de los personajes ensambladas con la voz en tercera. Cada personaje tiene su capítulo y, como en los libros anteriores, va apareciendo el guión que escribe Sivori, escenas no incluidas en el guión y escenas "no incluidas" en la novela: una forma de reforzar la ficción apelando a materiales supuestamente descartados pero en los que aparecen claves que arman el final.
- ¿Por qué Evita como centro -o como uno de los centros- de la trilogía? ¿Por qué no Perón? (al hacerle esta pregunta pienso que cualquier personaje de la historia puede ser utilizado como material para la ficción). ¿Hay en Evita algo que la distinga como material para la ficción?
- Para mí, Evita es la figura que sobrevive, a pesar de su muerte en 1952, al primer peronismo, ese en el que Perón se presenta como la posibilidad de un cambio progresista a través de modos inspirados en el fascismo en lo que hace a la relación paternalista y vertical con las masas, y que terminará dándole la espalda al movimiento político que generó y huyendo del país sin defender su gobierno. Eva había comprado armas a Holanda en 1951 para responder a los intentos de golpes de estado militares con milicias armadas de la CGT. Hubo y hay una diferencia entre ellos dos, entre Perón y Eva. Hoy la figura de Perón está sujeta a debates y es posible aceptar que en 1973 Perón regresa al país para terminar su paso a un reformismo que apenas consigue ocultar la traición. Eva sigue siendo, a casi 60 años de su muerte, el símbolo de lucha en la que ella misma se convirtió cuando dijo, poco antes de morir ,"Aunque deje en el camino jirones de mi vida, sé que ustedes levantarán mi nombre para llevarlo como bandera a la victoria".
- Creo que la trilogía Cine puede ser leída como el "jardín de senderos que se bifurcan" de la pasión amorosa. ¿Ha pensado en las relaciones amorosas como uno de los núcleos de la serie?
- Pensé en una especie de épica de la pasión en el caso de Evita, de una pasión política que se configuró a partir del 17 de octubre de 1945 y que se fue ahondando en la misma medida en que su compromiso con los desposeídos la fue alejando de Perón para convertirse, por fin, en una encarnación revolucionaria y en un mito. Pensé en las relaciones amorosas de Sivori y de otros personajes de la novela como el reverso de aquello que le estuvo negado a Evita y que puede mover, por lo menos en la vida privada, a personas que hoy ya no pueden tener esperanzas de un cambio revolucionario. En este sentido, Sivori no es un hombre pasivo, no es indiferente ni elitista. Hace lo que puede en un mundo en el que no se puede hacer demasiado. Por eso el compromiso con su vocación y con el arte del cine, tal como él lo entiende, es un compromiso ético y político.
- Si uno piensa en que las tres novelas forman una sola, siente que a medida que avanza en la lectura la mezcla de los tiempos narrativos y la combinación súbita y controlada de las historias se hacen más intensas y se complejizan. ¿Podría hablar del modo de composición de estos procedimientos?
- Ahora que está terminada, puedo decir que Cine es una novela en tres partes o tres libros. Es probable que puedan leerse en forma independiente. Pero su sentido último sólo se revelará en toda su dimensión, en todo su alcance, si se leen los tres libros. Sería un error pensar que Cine es sólo la historia de un guión para una película sobre tres momentos cruciales en la vida de Evita. Es también una novela sobre un hombre que intenta todo el tiempo reponer sentidos perdidos o extraviados en la realidad y en la historia. Y por supuesto, también en el corazón de las relaciones personales y amorosas. © LA GACETA
- No. Sólo me dí cuenta de que había una continuación que me intrigaba y que quería escribir cuando terminé el primer libro. Hasta que uno no escribe el libro que se propone escribir no termina de saber por qué quiere hacerlo. También intuí en ese momento que si había un segundo libro habría un tercero. Y así fue. Escribí cada uno de los tres libros, después de pensarlos mucho, en tres o cuatro meses de 2008, de 2009 y de 2010. La lógica que intenta seguir la novela es la del tríptico de películas sobre Evita en el que trabaja Sivori, el director de cine que es el protagonista. La vida pública y la privada de Sivori se mueven alrededor de ese eje.
- Al leer las tres piezas de la serie, pienso en que la tercera parte puede ser vista como el cierre pero también la síntesis de la trilogía. ¿Le parece que es así?
- En el tercer libro, La inmortalidad, hay cambios fuertes en los procedimientos narrativos. Entre ellos, que la totalidad de la historia, o casi, será recontada por todos los personajes principales desde sus puntos de vista. El narrador, entonces, abandona la tercera persona de Cine I y Cine II y aparecen las voces en primera de los personajes ensambladas con la voz en tercera. Cada personaje tiene su capítulo y, como en los libros anteriores, va apareciendo el guión que escribe Sivori, escenas no incluidas en el guión y escenas "no incluidas" en la novela: una forma de reforzar la ficción apelando a materiales supuestamente descartados pero en los que aparecen claves que arman el final.
- ¿Por qué Evita como centro -o como uno de los centros- de la trilogía? ¿Por qué no Perón? (al hacerle esta pregunta pienso que cualquier personaje de la historia puede ser utilizado como material para la ficción). ¿Hay en Evita algo que la distinga como material para la ficción?
- Para mí, Evita es la figura que sobrevive, a pesar de su muerte en 1952, al primer peronismo, ese en el que Perón se presenta como la posibilidad de un cambio progresista a través de modos inspirados en el fascismo en lo que hace a la relación paternalista y vertical con las masas, y que terminará dándole la espalda al movimiento político que generó y huyendo del país sin defender su gobierno. Eva había comprado armas a Holanda en 1951 para responder a los intentos de golpes de estado militares con milicias armadas de la CGT. Hubo y hay una diferencia entre ellos dos, entre Perón y Eva. Hoy la figura de Perón está sujeta a debates y es posible aceptar que en 1973 Perón regresa al país para terminar su paso a un reformismo que apenas consigue ocultar la traición. Eva sigue siendo, a casi 60 años de su muerte, el símbolo de lucha en la que ella misma se convirtió cuando dijo, poco antes de morir ,"Aunque deje en el camino jirones de mi vida, sé que ustedes levantarán mi nombre para llevarlo como bandera a la victoria".
- Creo que la trilogía Cine puede ser leída como el "jardín de senderos que se bifurcan" de la pasión amorosa. ¿Ha pensado en las relaciones amorosas como uno de los núcleos de la serie?
- Pensé en una especie de épica de la pasión en el caso de Evita, de una pasión política que se configuró a partir del 17 de octubre de 1945 y que se fue ahondando en la misma medida en que su compromiso con los desposeídos la fue alejando de Perón para convertirse, por fin, en una encarnación revolucionaria y en un mito. Pensé en las relaciones amorosas de Sivori y de otros personajes de la novela como el reverso de aquello que le estuvo negado a Evita y que puede mover, por lo menos en la vida privada, a personas que hoy ya no pueden tener esperanzas de un cambio revolucionario. En este sentido, Sivori no es un hombre pasivo, no es indiferente ni elitista. Hace lo que puede en un mundo en el que no se puede hacer demasiado. Por eso el compromiso con su vocación y con el arte del cine, tal como él lo entiende, es un compromiso ético y político.
- Si uno piensa en que las tres novelas forman una sola, siente que a medida que avanza en la lectura la mezcla de los tiempos narrativos y la combinación súbita y controlada de las historias se hacen más intensas y se complejizan. ¿Podría hablar del modo de composición de estos procedimientos?
- Ahora que está terminada, puedo decir que Cine es una novela en tres partes o tres libros. Es probable que puedan leerse en forma independiente. Pero su sentido último sólo se revelará en toda su dimensión, en todo su alcance, si se leen los tres libros. Sería un error pensar que Cine es sólo la historia de un guión para una película sobre tres momentos cruciales en la vida de Evita. Es también una novela sobre un hombre que intenta todo el tiempo reponer sentidos perdidos o extraviados en la realidad y en la historia. Y por supuesto, también en el corazón de las relaciones personales y amorosas. © LA GACETA
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