"El 90% sobrevive con la bala en el cuerpo"

"A la par de los accidentes de tránsito vemos un incremento constante de la violencia. En muchos casos, los agresores son adictos que no miden las consecuencias de sus actos. Los heridos en hechos de inseguridad ya no tienen días ni horarios. Hay muchas lesiones con balas, lo que nos muestra que los delincuentes están cada vez más armados", dijo el neurocirujano Roberto Toledo. Coincidieron con él, Hugo Camus, Juan José Anastasio y César Romero, todos cirujanos del hospital Padilla.

Generalmente , cuando los heridos con armas llegan a la guardia dicen que fueron víctimas de un robo. En algunos casos, la Policía después descubre que se lesionaron en una riña.

Entre los casos de víctimas de asaltos a mano armada, lo que más sorprende a los galenos es el incremento de las heridas graves, ya sea las que provocan los proyectiles o los cuchillos.

Aparecen más lesiones cardíacas, pulmonares, vasculares, hepáticas y neurológicas. En estos casos, si no se opera en la primera hora, el paciente puede morir.

Un dato llamativo: en el 90% de los casos de heridos con arma de fuego sin orificio de salida, la bala no se extrae. Es decir, viven el resto de sus días con el proyectil en el cuerpo. ¿Y por qué ocurre esto?, le consultamos a los médicos. "La bala, cuando ingresa al organismo, provoca una onda expansiva por delante y también por detrás. O sea, lo que va destruyendo luego vuelve a su lugar. Buscar y extraer el proyectil, en muchos casos, podría significar dañar aún más órganos o tejidos", explicó Anastacio.

¿Y cuáles son los riesgos de vivir así", se le preguntó. "No hay peligro, aunque esto sí influye en los exámenes preocupacionales, por ejemplo, porque los proyectiles se ven cuando se hacen placas. Generalmente, los empleadores no quieren darles trabajos porque creen que tendrán problemas", detalló.

Cuando la lesión es con un cuchillo, para los cirujanos, siempre es mejor que el arma quede en el cuerpo incluso durante una cirugía. Después, la extraen.