Los linfomas se pueden curar si hay un buen diagnóstico

Síndrome febril vespertino, sudoración fluida y pérdida de peso significativa son llamadas de atención que exigen una consulta inmediata al médico. Podría tratarse de un linfoma interno, aunque a veces también es externo y se manifiesta con el aumento de tamaño de un ganglio -puede ser del cuello, de las axilas o de la ingle-. Como es indoloro se tiende a subestimar el síntoma. En ambos casos hay que recurrir al médico, sin temor, porque si bien se trata de un tipo de cáncer, los linfomas son potencialmente curables cuando hay un buen diagnóstico y un tratamiento inmediato.
En el marco del Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma, se han organizado en todo el país una serie de acciones patrocinadas por la asociación que agrupa a pacientes: "Linfomas Argentina". Es parte de la campaña de información sobre la enfermedad, y de la importancia del diagnóstico precoz. Una de las actividades se desarrollará en Tucumán el sábado, con la Maratón por la Vida. Esta acción se realiza juntamente con la Sociedad de Hematología de Tucumán, y la Dirección de Deportes y Recreación de la Municipalidad capitalina.  

Alertas y concientización
El linfoma es una neoplasia (cáncer) que afecta el tejido linfoide que se encuentra en los ganglios ubicados en el cuello, en las axilas o en la ingle. Esta enfermedad afecta a un millón de personas en el mundo, y en la Argentina tiene una incidencia de entre 20 a 25 casos nuevos cada 100.000 habitantes. El jefe del servicio de Hematología y Oncología del Hospital Padilla, David Flores, explicó a LA GACETA que esta campaña trata sobre todo de educar a los pacientes y de mentalizar a los médicos generalistas, que son a quienes recurren las personas con este tipo de síntomas.
"El paciente por lo general no va directamente al especialista sino a su médico de cabecera; por eso es tan importante que el generalista esté atento a estos síntomas, para que el diagnóstico no se convierta en un diagnóstico tardío. Si logramos que el generalista se concientice vamos a obtener un diagnóstico precoz", sostuvo Flores.
"El linfoma se caracteriza por el agrandamiento de un ganglio, y esto, por supuesto llama la atención -advirtió-. El problema es cuando el linfoma es interno: no está expuesto a la vista ni al tacto, pero sí suele presentar fiebre, transpiración profusa por las noches, y una baja de peso considerable en un par de meses. Por lo general se minimiza el síntoma y suele recetarse erróneamente un antiinflamatorio o un antibiótico".

Un arsenal efectivo
Flores puso énfasis en que este tipo de cáncer no es operable con una cirugía, salvo para el diagnóstico.  Se aplica un arsenal de tratamientos que son efectivos y que admiten en muchos casos la cura: quimioterapia, agentes biológicos con anticuerpos monoclonales y radioterapia. "Se lo tolera muy bien y nos brinda muchas posibilidades, ya que el linfoma es potencialmente curable, aunque en algunos tipos, por más que se trate precozmente, no se curan ", admitió. Insistió en que mucho depende del accionar del médico para que esta enfermedad no sea incurable: "la clave está en que el generalista sepa actuar, y consulte con el especialista".

1.- El linfoma No Hodgkin (el más común) es el tercer tipo de cáncer con mayor crecimiento, luego del melanoma y el cáncer de pulmón.

2.-Más del 75% de las personas desconocen que el linfoma es un tipo de cáncer.

3.- El síntoma más característico que puede señalar la existencia de un linfoma es el crecimiento de un ganglio linfático (adenopatía).

4.-Cualquier persona puede padecer un linfoma. Por lo general afecta con mayor frecuencia a los varones y a las personas de edad avanzada (60 y 65 años).

5.-Un linfoma considerado agresivo a menudo responde muy bien al tratamiento y puede curarse.