BUENOS AIRES.- La reducción del superávit comercial, el aumento del déficit fiscal, la caída de la inversión externa, la fuga de capitales y la expansión monetaria son algunos de los síntomas que muestra el modelo por estas horas.
Tanto desde el exterior como a nivel local, los analistas y expertos dan cuenta que a este ritmo, la situación se hará insostenible y la inflación terminará haciendo añicos la riqueza, en particular, los ingresos de los sectores asalariados.
Toda esta base de síntomas económicos no hacen más que conformar el escenario para llevar a la práctica un ajuste del modelo económico, en caso de que el oficialismo triunfe en los comicios de octubre, o un sinceramiento de todas las variables económicas, en el caso de una hipotética victoria de la oposición. En cualquiera de las alternativas, la respuesta es unívoca: habrá que bajar subsidios, subir tarifas, devaluar, bajar el nivel de gasto público y emitir menos dinero. Atrás quedaron los llamados a contemporizar, a la no crispación, al diálogo, todo solapado por la abundancia de divisas provenientes de la soja.
Si los precios de la soja fueran rendidores en el tiempo, seguramente la mirada de los actores económicos sería más indulgente con el Gobierno, tal como quedó expresado en las recientes elecciones primarias, donde temas como la inflación, el desempleo y la corrupción quedaron fuera de la agenda electoral.
Pero ahora la visión de los hombres de negocios está mirando un objetivo común: el balance del Banco Central. La quita de reservas para el pago de la deuda pública, el giro de las utilidades por la colocación de las reservas, para auxiliar al Tesoro, al igual que los adelantos transitorios, conforman un drenaje de fondos y una licuación del activo de la entidad muy importante.
En cambio, los bonos entregados por el Tesoro de dudoso repago, la emisión de Lebac y Nobac, los pases y la emisión de billetes, constituyen una pesada carga para el endeble patrimonio de la entidad monetaria. La atmósfera caldeada que presagia una tormenta, a la cual el Ejecutivo no quiere tomar en cuenta, en vísperas de elecciones. 2012 está más cerca de lo que muchos imaginan y los mercados siempre se adelantan. De allí que no es casual la fuga de capitales y el picante mercado de divisas. Si algo le faltaba a estos fenómenos, el informe de la agencia Moody?s puso en relieve el deterioro del modelo. "La aceleración del consumo -uno de los pilares del modelo-, apalancado en la financiación bancaria, está provocando una inflación insostenible y podría afectar la calidad de los activos de los bancos", dijo la agencia, tras lo cual colocó la perspectiva en negativa para el sector financiero. Así se explican entonces las fenomenales ganancias que exhiben los bancos en sus balances y que los muestra como los ganadores de estos tiempos. Lo que no puede explicar el Ejecutivo es cómo el sector financiero, vapuleado y al borde de la quiebra en 2003, es el gran ganador del modelo distribucionista y progresista, y de deudor pasó a ser acreedor neto del Estado. A menos que el modelo no sea progresista o el sector financiero sea socio del Estado o bien ambas cosas.
En este contexto, la crisis internacional se mantiene, debido a la gran incertidumbre política y lejos de generarse soluciones, los problemas amenazan con afectar a más países. El Gobierno insiste en que la Argentina está blindada frente a la crisis. ¿Qué significa blindaje para el Ejecutivo? ¿Qué el precio de los activos no caerá? ¿Qué no habrá costos de salvataje?
El precio de los activos cayó de manera abrupta. ¿Acaso el Gobierno llama blindaje a una pérdida bursátil del 20% o una caída de igual proporción en la paridad de los títulos de la deuda pública? La administración Kirchner insiste que la crisis está en EEUU y Europa, que la Argentina está al margen y que la crisis no llegará. ¿Cómo explica entonces que mientras las acciones argentinas cayeron 20% en 2011, las acciones del Dow Jones apenas bajaron 3,6%?
¿Está blindado un país que sufre una fuga de divisas de unos 2.000 millones de dólares mensuales?, ¿que no recibe inversiones extranjeras desde hace 10 años?, ¿que liquida capital y derrocha la mayor ganancia de su historia económica? ¿Está blindado un país con déficit fiscal, inflación y cuya propensión al ahorro es insignificante?