Alojar los ficheros en una PC y compartirlos con el mundo

Cuando los archivos que vamos a compartir tienen un tamaño mayor al que admiten los servidores gratuitos, por lo general 1GB, hay que reurrir a otros sistemas. El método más común para compartir archivos pesados y tener pleno control de quienes acceden a ellos es mediante un protocolo FTP. En esta sección presentamos un software libre muy sencillo de usar y que cuenta con todas las opciones más requeridas por los webmasters.

Las iniciales de FTP corresponden a File Transfer Protocol (Protocolo de transferencia de archivos) y es un sistema de comunicación que se utiliza con el único propósito de enviar y recibir archivos a través de distintas computadoras conectadas a Internet.

Para poder utilizarlo, una de las PC debe oficiar como "servidor", mientras que las demás se conectarán a ella como "clientes". Esta es la diferencia principal con el otro método que presentamos (ver Servidores online...): para transferir mediante FTP la computadora que haga las veces de servidor tendrá que estar siempre encendida y conectada la red. Con los servidores online, en cambio, toda la información está "en la nube".

Las claves del FTP

Para utilizar este método de tranferencia es necesario disponer de una aplicación que nos permita hacerlo. Uno de los programas de FTP más utilizados se llama Filezilla y se puede descargar en forma gratuita de filezilla-project.org, tanto en su versión cliente como servidor.

Si se dispone de un sitio web propio, seguramente ya se cuenta con un servidor FTP, así que para transferir archivos con este método sólo hay que ingresar a las opciones de configuración del servidor y agregar a los usuarios que se quieran habilitar para las transferencias. Luego, estos usuarios podrán conectarse al servidor con Filezilla para subir o bajar archivos. En este caso no es necesario que ninguna PC esté encendida todo el tiempo, como se mencionó recién, sino que tenemos nuestro propio servidor en la web.

Si no se dispone de un servidor propio entra a jugar la posibilidad de que nuestra computadora actúe como servidor y que aloje los archivos a transferir sin ninguna limitación en el disco rígido. La única diferencia es que para intercambiar archivos con otros usuarios se deberá proporcionar la dirección IP.

Es importante también al usar este método de compartición de archivos poner énfasis en la seguridad del sistema, para evitar que usuarios no deseados tengan acceso a nuestra información.