10 Agosto 2011 Seguir en 
BRASILIA.- El viceministro de Turismo del Brasil, Frederico Silva da Costa (foto), es una de las 38 personas arrestadas ayer por la Policía Federal de su país, en el marco de una investigación sobre desviación de fondos públicos en esa cartera. En la lista figura además el secretario de Programas de Desenvolvimiento del Turismo y ex diputado federal, Colbert Martins da Silva Filho.
Este es el tercer escándalo que estalla en ocho meses de gestión de Dilma Rousseff desde julio, cuando el ministro de Transportes, Alfredo Nascimento, abandonó el cargo presionado por denuncias de corrupción y obligó a la Presidenta a iniciar una limpieza que incluyó la destitución de más de una veintena de funcionarios. Antes dimitió el jefe de Gabinete, Antonio Palocci, cuestionado por el enriquecimiento de su patrimonio mientras era miembro del Congreso.
Tras conocer la operación policial secreta (llamada Voucher por los jefes de la fuerza), Rousseff ordenó al ministro de Turismo, Pedro Novais, que explique la situación que involucra a varios de sus principales asesores. La designación de Novais fue sugerida por el presidente del Senado, José Sarney, uno de los exponentes del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de la coalición gubernamental liderada por el socialista Partido de los Trabajadores (PT).
Este caso se suma a las sospechas sobre el Ministerio de Agricultura, comandado por Wagner Rossi, también del PMDB, y a quien acusa la prensa de designar familiares de líderes políticos de ese partido en la Compañía Nacional de Abastecimiento. Su segundo, Milton Ortolan, renunció el fin de semana.
Otra baja sensible en el gabinete fue la salida del ministro de Defensa, Nelson Jobim, por divergencias políticas con algunos de sus pares. (Especial-DPA)
Este es el tercer escándalo que estalla en ocho meses de gestión de Dilma Rousseff desde julio, cuando el ministro de Transportes, Alfredo Nascimento, abandonó el cargo presionado por denuncias de corrupción y obligó a la Presidenta a iniciar una limpieza que incluyó la destitución de más de una veintena de funcionarios. Antes dimitió el jefe de Gabinete, Antonio Palocci, cuestionado por el enriquecimiento de su patrimonio mientras era miembro del Congreso.
Tras conocer la operación policial secreta (llamada Voucher por los jefes de la fuerza), Rousseff ordenó al ministro de Turismo, Pedro Novais, que explique la situación que involucra a varios de sus principales asesores. La designación de Novais fue sugerida por el presidente del Senado, José Sarney, uno de los exponentes del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de la coalición gubernamental liderada por el socialista Partido de los Trabajadores (PT).
Este caso se suma a las sospechas sobre el Ministerio de Agricultura, comandado por Wagner Rossi, también del PMDB, y a quien acusa la prensa de designar familiares de líderes políticos de ese partido en la Compañía Nacional de Abastecimiento. Su segundo, Milton Ortolan, renunció el fin de semana.
Otra baja sensible en el gabinete fue la salida del ministro de Defensa, Nelson Jobim, por divergencias políticas con algunos de sus pares. (Especial-DPA)
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