Orar es conversar con un Amigo

Orar es conversar con un Amigo

La comunicación debe ser un "tú a tú", dice el padre Pablo Ureta. Las fórmulas, como mantras

20 Julio 2011
Santa Teresita del Niño Jesús solía decir que la oración "es un trato de amistad con Dios". "Somos hechos a imagen y semejanza de Dios, por eso podemos tratar con Él en una relación personal, de tú a tú. Orar es como conversar con un Amigo, porque la relación con Dios debe ser de plena reciprocidad y de confianza mutua, como lo es con un amigo", explica el sacerdote carmelita Pablo Ureta.

¿Cómo aprender a orar? "La oración es un camino. Empieza el día del bautismo, cuando Dios llega para habitar en el corazón de cada uno de nosotros. La oración vocal se aprende en la niñez y la Biblia es el mejor manual de oraciones, ya que los salmos están inspirados por Dios. También es válida la oración de tú a tú porque podemos hablar con Dios en nuestro corazón. Pero debemos tener cuidado de no quedar en una dimensión intimista. Uno puede terminar hablando con uno mismo, pensando que está hablando con Dios", advierte el sacerdote.

Algunas oraciones cortas, por repetitivas se asemejan a los mantras de los orientales. "Los mantras son jaculatorias o hesicasmos, palabra griega que expresa la paz del corazón. Se trata de una palabra que se repite con una fuerte carga de sentido, como una letanía, una música que queda pegada al corazón y que se internaliza. Es como si uno se quedara orando. Y cuando se hace al ritmo de la respiración, ayuda a pacificar y unificar la mente, a unir los labios con el corazón". explica el sacerdote.

También se ora sin palabras. "Dios nos da su Espíritu para que Él sea quien ore por nosotros", dice San Pablo. "Entonces, cuando no se sabe qué decir, simplemente se invoca al Espíritu Santo. Por ejemplo, cuando digo en forma espontánea ?¡Dios mío, ayudame!? Esta también es una oración auténtica que brota de lo profundo del corazón", enseña.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios