Detrás de escena
07 Julio 2011
Los actores y la economía.- Según la productora Josefina Andújar (hija), los artistas se fueron adaptando a la realidad económica. "Antes podían darse el lujo de hacer un show, volverse a Buenos Aires, y después volver para hacer otra provincia del norte. Eso ya no existe más desde hace unos cinco años; hacen todo en un fin de semana", explica.

Gastos compartidos.- En general, cuando viene un artista o una compañía importante, se presentan en Tucumán, Salta, Jujuy y Santiago del Estero. De este modo, los gastos de transporte -que en ocasiones duplican el costo del cachet-  son absorbidos por varios productores. Eso facilita presentar un espectáculo foráneo.

Ya nada es gratis.- Los productores coinciden en que el patrocinio, una ayuda fundamental para afrontar las producciones, fue cambiando con el tiempo. Cada vez es más difícil conseguir el aporte de las empresas por medio de canjes, por ejemplo. Mayormente, lo que se consigue son descuentos en algunas cosas. 

Artistas estresados.- "Ya casi no se hacen esas tertulias lindas después de las funciones, en las que el elenco compartía la cena con los productores en un restorante. Era común que le regalaran la cena a las estrellas, o a todos, y eso era una ayuda: para el local, porque contaba con la presencia de una figura que atraía comensales, y para nosotros porque reducía gastos. Pero ahora los artistas viven estresados y cansados porque trabajan a otro ritmo, entonces después de la función se van al hotel. Ya no te podés comprometer con el dueño del restorante porque no sabés si vas a cumplir", lamenta el productor Julio Robín.

El faltazo de Gasalla.- Los tucumanos esperaron con los brazos abiertos a Antonio Gasalla. Su exitosa obra "Más respeto que soy tu madre" está haciendo furor en Buenos Aires. Pero el actor decidió que no vendrá a Tucumán porque necesita una sala de al menos 1.000 butacas, una deuda pendiente en la provincia, ya que el Teatro Alberdi cuenta con 600 localidades y el San Martín con 700, aproximadamente. Las esperanzas están puestas en las refacciones del ex cine Plaza.

El costo de la felicidad.- La experiencia demuestra que, cuando un artista gusta, el precio pasa de largo. "Que un espectáculo sea caro o barato es algo muy subjetivo. Hay gente que es feliz comprando y estrenando una buena campera y otra que es feliz emocionándose con su artista favorito... es exactamente lo mismo", opina el productor Gabriel Fulgado.

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