Unidos con la naturaleza

Por Mirta Isabel Lazzaroni 22 Junio 2011

Va en aumento, especialmente en nuestro país, el rescate de las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios. Y cabe preguntarse si el interés en recuperar esas culturas es económico-turístico o una simple cuestión de moda. Es posible que eso ocurra en algunos casos. Pero la adhesión que suscitan los rituales indígenas en toda América del Sur parece ser un indicador más de la búsqueda espiritual de los pueblos de hoy. En un momento histórico signado por el incremento de la violencia en pequeña y gran escala, cuando el Planeta ha sido violentado al punto de ponerlo al borde del agotamiento de sus recursos (agua, flora y fauna), merece la pena tomar ejemplo de la cosmovisión de los pueblos andinos. Ellos entendían su vida estrechamente ligada a la naturaleza. Su vida y la vida de la Tierra eran una sola cosa. Y en cada expresión de la vida se manifestaba la presencia del ser supremo creador del mundo. Era una unidad dios-hombre-mundo. Y para mantener esta unidad y el equilibrio era necesario vivir conforme a ciertos principios, como la solidaridad y la reciprocidad, sobre los que se basaban el quehacer cotidiano, la agricultura y la producción de bienes.