Los hermanos invisibles

Los hermanos invisibles

Surgida del gremio de los constructores medievales, la masonería no es un tema puramente historiográfico. Con una rica y misteriosa tradición sobre sus espaldas, esta sociedad milenaria subsiste como un hecho actual. Y aún más: busca esparcir su mística a las nuevas generaciones. Por eso, salió a la palestra a fin de desmitificar muchos de los preconceptos que existen sobre ella. Abrió un portal de Internet -donde además recibe el pedido de ingreso de los aspirantes- y sus grandes maestros recorren el país dando charlas y conferencias sobre el verdadero rostro de esta sociedad que no es secreta sino discreta, según ellos mismos la definen. Pero, a decir verdad, la masonería sigue reservando para sí algunas de sus viejas tradiciones. Puertas adentro, el secreto de "los hermanos invisibles" existe. Nada de lo que se dice en el templo debe ni puede ser revelado, lo cual asegura la libre expresión de cada integrante. El secreto de la pertenencia a una determinada logia también es real. Un masón puede revelarse como tal, pero tiene prohibido difundir la identidad de alguno de sus hermanos. Y esto se respeta a rajatabla. Sobre todo en Tucumán, donde los masones hacen de su privacidad un culto. Un culto que quiere seguir dando sus frutos.

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