El nuevo amanecer de la humanidad

El nuevo amanecer de la humanidad

Alberto Horacio Elsinger | Redacción LA GACETA
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19 Junio 2011
Observando lo que sucede en el mundo, de una u otra forma los tiempos apocalípticos parecerían estar presentes. Hoy vivimos momentos de guerra por numerosos motivos (petróleo, poder, étnica, religión, agua, poder); cambios climáticos (contaminación, deforestación indiscriminada, reducción de espacios verdes, desprendimientos de icebergs, deshielo en los polos) que provocan grandes calamidades. Todo esto al margen de los desastres naturales (tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, huracanes), los que cada vez que se presentan parecería que lo hacen con una mayor contundencia.

Ni que decir de nuestros comportamientos individuales y sociales cotidianos, donde se pone en evidencia que, cada vez estamos más lejos de nosotros mismos y de los demás.

Al parecer, los mayas ya intuían que todo lo que está ocurriendo iba a suceder. Quizás por ello dejaron un mensaje grabado en piedra que esta constituido por un elemento de alerta y otro de esperanza. Ambos, están contenidos en las Siete Profecías Mayas. En el mensaje de alerta avisan lo que va a pasar en estos tiempos que vivimos, y en el de esperanza, advierten los cambios que debemos realizar en nosotros mismos para impulsar a la humanidad hacia una nueva era. Cambios donde los valores más elevados comienzan a florecer por medio de la práctica cotidiana de cada uno de nosotros.

En esa nueva era -según los mayas- ya no habrá más caos ni destrucción. Las visiones de futuro, de nuestro presente, están en las siete profecías basadas en conclusiones de estudios científicos y religiosos, que sobre el funcionamiento del universo realizó esta raza, exponente de una inteligencia superior y que aún se sigue estudiando y descubriendo.

La Biblia, por medio de la Eclesiastés, también se refiere a estos tiempos cuando sentencia que "Todo tiene su tiempo debajo de este cielo... Tiempo de nacer y tiempo de morir... Tiempo de llorar y tiempo de reír... Tiempo de juntar piedras y tiempo de esparcir piedras... Sólo Dios restaura lo que pasó..."

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