La comisaría no es la solución

La comisaría no es la solución

Los detectores de metales en las escuelas de Estados Unidos comenzaron a implementarse desde 1999. La organización Unión por las Libertades Civiles aseguró que en 2007, el 21 % de las escuelas de Nueva York habían instalado esta medida de seguridad en sus accesos. En todo el mundo, el debate renace ante cada hecho delictivo que sucede en una escuela. ¿Pero es esta la solución para disminuir la violencia juvenil? Y en el caso puntual del adolescente que encontraron con drogas en el colegio, ¿es una solución la requisa cada vez que lleguen a clases?

La respuesta es negativa. No hay ningún estudio válido que afirme que las medidas policíacas dentro de los establecimientos educativos han sido eficaces. El consumo de drogas en los adolescentes no es producto de una desviación aislada, sino de un problema social. Tomar medidas como expulsar a los estudiantes tal vez sea esconder la basura bajo la alfombra. No hablar sobre estos temas es como apagar el fuego con nafta. Si a un alumno le encuentran droga, la solución no comienza en una comisaría, sino en el diálogo.

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