La manzana podrida

La manzana podrida

Viviana Juárez, Fundación Antígona.

18 Junio 2011
El consumo de sustancias dentro y fuera de los establecimientos educativos públicos y privados, se hace cada vez con más frecuencia. Los adolescentes lo han internalizado como algo común. Lamentablemente, en las escuelas y colegios el personal no está capacitado para responder ante algún caso de adicción.

Así, dentro de los cuerpos directivos y docentes, no hay líneas respecto a lo que hay que hacer en estos casos. Urge crear protocolos de actuación. Al no tenerlos, actúan como lo hicieron en el caso del chico que lo expulsaron.

No se puede pensar que esa sea la solución. Hay que ayudarlo, orientarlo y, si estamos ante un caso de adicción, derivarlo a las instituciones especializadas para que reciba el tratamiento adecuado. Pero expulsarlo es pensar que la "teoría de la manzana podrida" servirá para solucionar el problema. Es como decir: "nos libramos de él", y el problema está solucionado.

Si un adolescente tiene la actitud de llevar drogas al colegio, es porque está pidiendo ayuda. Y lo hace en el lugar donde siente que puede hacerlo. La expulsión es como sostenerlo en el lugar de adicto, es abonar a que continúe en su situación. Hay que tomar cartas en el asunto.

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