Hoy hubiera cumplido 78

Dicen que nada como la muerte para transformar gente en héroe. Quizás sea verdad. Lo cierto es que en la selva inconmensurable que era el Horco Molle de la década del 60, ir de su mano al río, correr, jugar a las escondidas, discutir con una vaca, formar con los dedos el hombrecito que trepaba hasta el tope de una rama caída... todo era sinónimo de aventura. Y él estaba ahí, detrás de su cámara, certificando que el cuento era verdad. Era el héroe. Así nació "Claudia".

Entre el 63 y el 69, de la mano de la UNT, Prelorán filmó buena parte de sus "etnobiografías", esas que lo hicieron único, ícono, referente, pero sin soberbia... Maestro (así, con mayúscula). Testimonian su modo de trabajar las declaraciones de 2005, cuando la universidad le rindió homenaje. "Aquí he podido hacer más de 30 películas como yo quería. Es decir, con mucha libertad. Y, mientras las hacía, aprendí a hacer cine", dijo. ¿Sus "etnobiografías" fueron aprendizaje? Difícil de afirmar. Lo cierto es que optó por un modo de hacer cine que nada tiene que ver con el éxito de taquilla; comprometido con la realidad, que apuesta a la ética y al testimonio. Su vida y su labor docente giraron en torno de esos ideales. "Se puede enseñar a filmar, pero no a tener responsabilidad social y ética", señaló, también en 2005.

Nada como la muerte... salvo una vida plena. Jorge murió el 28 de marzo de 2009. Pero este homenaje sale hoy, cuando se cumplen 78 años del día en que nació.