27 Mayo 2011 Seguir en 
A los 26 años, al SMS se le viene la jubilación
Aunque se inventaron mucho antes, hace cerca de 12 años que los SMS se masificaron. Por su menor costo o por preferencia fueron sustituyendo a las llamadas. Ahora los teléfonos con internet y aplicaciones de chat están desplazando el uso de SMS, por lo que se aproxima su ocaso. ¿Cómo modificaron los "mensajitos" nuestras vidas?
Acortando distancias... y palabras. En 1985, a unos técnicos franceses y alemanes se les ocurrió la idea de un sistema de mensajes cortos con palabras para los usuarios de telefonía móvil. En ese entonces crearon el SMS (Short Message Service) y establecieron el estándar de telecomunicaciones que se utiliza hoy para enviar mensajes. Con espacio limitado, los usuarios se deberían acostumbrar a ser sintéticos y concisos.
Bueno, bonito y barato. En un principio, los SMS apuntaron a la comunicación entre las empresas de telefonía y los usuarios. Cuando se habilitaron para el uso de los clientes, primero fueron gratuitos y con eso alcanzaron gran popularidad. Aunque el primer SMS fue enviado en 1992, recién despegaron en 2000. Cuando empezaron a ser cobrados cayó el uso, pero luego repuntó por ser más barato que las llamadas.
Cómo, ¿no te llegó? Los primeros tiempos del "mensajito" daban lugar a la excusa "nunca me llegó". Las empresas no disponían de sistemas preparados para un mercado en crecimiento y las fallas eran comunes. Cuando se fue perfeccionando la tecnología, reemplazó de alguna manera a las llamadas y se volvieron muy confibales. En 2000 el promedio de SMS mensuales por usuario era de 35 y el año pasado se ubicó en 357, según el sitio "Celularis.com".
Dividendos interesantes. Rápidamente, el negocio hizo brillar los ojos de las telefónicas. En el mundo, en 2006 se recaudaron más de u$s 80.000 millones y en 2009 ese número ascendió a los u$s 150.000 millones. Según informan varios sitios de la web, el beneficio de las compañías con los SMS es de hasta un 93% y tienen un costo promedio global de $ 0,11. En Argentina el precio va desde $0,25 a $0,53 (depende de la empresa y del plan).
Entretenimientos que se vuelven trampas. En 2003 se lanzó el sistema de números cortos, el famoso "mandá ?Hot? al 2020" y todas sus variantes. El negocio se hizo grande con el envío de contenido (ringtones, noticias, imágenes y hasta consejos sentimentales) a los usuarios, sistema que sigue vigente. El servicio muchas veces se vuelve una trampa para el cliente, sobre todo el menos informado, al que le cuesta borrarse una vez que lo contrató.
F raude al acecho de los crédulos. Los SMS se volvieron útiles para cometer estafas telefónicas. El sistema más conocido y por el que ya cayeron algunas bandas, principalmente en Córdoba, es el de recibir un aviso de que se ganó un premio; luego piden hacer un depósito o un giro de dinero como gastos de envío para recibirlo. Creerles a los "teledelincuentes" puede costar desde $100 hasta más de $4.000.
Soplones profesionales. ¿Quién no se vio tentado de husmear el teléfono de la pareja? Según un sondeo de LAGACETA.com, al 45% de los lectores no les interesa revisar los mensajes de la pareja; un 25% lo hace a escondidas y un 18% lo hace en presencia del otro; sin embargo, en notas publicadas en estas páginas, investigadores privados afirmaron que la mayoría de las personas que recurren a ellos lo hacen luego de descubrir un SMS comprometedor.
T e "texteo". Si algo nos cambió el uso del SMS en todos estos años es en la forma de expresarnos. Casi siempre vinculado con la necesidad de llegar a las 160 letras, inventamos abreviaturas que no existen y un nuevo uso del lenguaje. Pero también cambiaron algunos comportamientos: para algunos, el compromiso previo se desvanece al tiempo que podemos decir "no sé, ya vemos, mañana te ?texteo?".
U n policía en el bolsillo. En nuestros días, una de las primeras cosas que investigan los policías cuando encuentran un sospechoso de delitos es su historial de mensajes, ya sea en un teléfono que se incautaron o por medio de las compañías. Dependendiendo de la política de cada empresa, los SMS son guardados durante cierto tiempo y pueden ser aportados como parte de una investigación a pedido del juez.
Y que cumplas muchos más... Eso está por verse. Con 26 años, algunos de ellos de gestación y al menos 12 de plena vida, los SMS están dando muestras de vejez. Con los teléfonos inteligentes con internet, más aplicaciones específicas como WhatsApp, es posible chatear por un precio mucho menor y con menos limitaciones en la extensión de los textos. El dato: según los especialistas, la revolución de los smartphones recién comenzó.
Bueno, bonito y barato. En un principio, los SMS apuntaron a la comunicación entre las empresas de telefonía y los usuarios. Cuando se habilitaron para el uso de los clientes, primero fueron gratuitos y con eso alcanzaron gran popularidad. Aunque el primer SMS fue enviado en 1992, recién despegaron en 2000. Cuando empezaron a ser cobrados cayó el uso, pero luego repuntó por ser más barato que las llamadas.
Cómo, ¿no te llegó? Los primeros tiempos del "mensajito" daban lugar a la excusa "nunca me llegó". Las empresas no disponían de sistemas preparados para un mercado en crecimiento y las fallas eran comunes. Cuando se fue perfeccionando la tecnología, reemplazó de alguna manera a las llamadas y se volvieron muy confibales. En 2000 el promedio de SMS mensuales por usuario era de 35 y el año pasado se ubicó en 357, según el sitio "Celularis.com".
Dividendos interesantes. Rápidamente, el negocio hizo brillar los ojos de las telefónicas. En el mundo, en 2006 se recaudaron más de u$s 80.000 millones y en 2009 ese número ascendió a los u$s 150.000 millones. Según informan varios sitios de la web, el beneficio de las compañías con los SMS es de hasta un 93% y tienen un costo promedio global de $ 0,11. En Argentina el precio va desde $0,25 a $0,53 (depende de la empresa y del plan).
Entretenimientos que se vuelven trampas. En 2003 se lanzó el sistema de números cortos, el famoso "mandá ?Hot? al 2020" y todas sus variantes. El negocio se hizo grande con el envío de contenido (ringtones, noticias, imágenes y hasta consejos sentimentales) a los usuarios, sistema que sigue vigente. El servicio muchas veces se vuelve una trampa para el cliente, sobre todo el menos informado, al que le cuesta borrarse una vez que lo contrató.
F raude al acecho de los crédulos. Los SMS se volvieron útiles para cometer estafas telefónicas. El sistema más conocido y por el que ya cayeron algunas bandas, principalmente en Córdoba, es el de recibir un aviso de que se ganó un premio; luego piden hacer un depósito o un giro de dinero como gastos de envío para recibirlo. Creerles a los "teledelincuentes" puede costar desde $100 hasta más de $4.000.
Soplones profesionales. ¿Quién no se vio tentado de husmear el teléfono de la pareja? Según un sondeo de LAGACETA.com, al 45% de los lectores no les interesa revisar los mensajes de la pareja; un 25% lo hace a escondidas y un 18% lo hace en presencia del otro; sin embargo, en notas publicadas en estas páginas, investigadores privados afirmaron que la mayoría de las personas que recurren a ellos lo hacen luego de descubrir un SMS comprometedor.
T e "texteo". Si algo nos cambió el uso del SMS en todos estos años es en la forma de expresarnos. Casi siempre vinculado con la necesidad de llegar a las 160 letras, inventamos abreviaturas que no existen y un nuevo uso del lenguaje. Pero también cambiaron algunos comportamientos: para algunos, el compromiso previo se desvanece al tiempo que podemos decir "no sé, ya vemos, mañana te ?texteo?".
U n policía en el bolsillo. En nuestros días, una de las primeras cosas que investigan los policías cuando encuentran un sospechoso de delitos es su historial de mensajes, ya sea en un teléfono que se incautaron o por medio de las compañías. Dependendiendo de la política de cada empresa, los SMS son guardados durante cierto tiempo y pueden ser aportados como parte de una investigación a pedido del juez.
Y que cumplas muchos más... Eso está por verse. Con 26 años, algunos de ellos de gestación y al menos 12 de plena vida, los SMS están dando muestras de vejez. Con los teléfonos inteligentes con internet, más aplicaciones específicas como WhatsApp, es posible chatear por un precio mucho menor y con menos limitaciones en la extensión de los textos. El dato: según los especialistas, la revolución de los smartphones recién comenzó.
Lo más popular
