14 Mayo 2011
La tecnología indudablemente introdujo nuevas variantes y alternativas a las modalidades de sociabilidad. A pesar de abrir diversos y accesibles canales para generar contactos e interacciones, los medios virtuales ofrecen también la posibilidad de reservar la privacidad de un modo diferente a lo que acontece en una relación de tipo presencial.
En efecto, el contacto "cara a cara" supone rasgos y posturas que permiten anticipar o exhibir comportamientos y reacciones. En cambio, en la supuesta exposición del vínculo virtual, los interlocutores conservan a menudo su potestad para seleccionar qué datos o qué aspectos de su conducta deciden revelar y también a quien hacerlo.
Muchas veces las nuevas generaciones se sienten más familiarizadas con las comunicaciones online porque se desarrollaron y empezaron a sociabilizar cuando estos mecanismos ya se encontraban difundidos e instalados en la sociedad. No obstante, hay algunos aspectos que la escena virtual no puede recrear y por tal motivo la interacción presencial resulta necesaria para conocer y apreciar rasgos y percibir sensaciones del "otro".
En definitiva, todo depende de las personas que interactúen y sus contextos pues en algunos casos sirve para dimensionar sus aptitudes para sociabilizar y en otros es simplemente un conducto más para ello.
Desventajas
Del mismo modo, la "utilidad" o "facilidad" para establecer vínculos que proporcionan los medios virtuales quizás se advierta con mayor nitidez en los supuestos de aproximaciones iniciales o de un primer trato y, en este sentido, puede decirse que sí confieren mayor "comodidad".
Pero un conocimiento más profundo demanda aún las ventajas propias del contacto "cara a cara", que la virtualidad no aporta.
En efecto, el contacto "cara a cara" supone rasgos y posturas que permiten anticipar o exhibir comportamientos y reacciones. En cambio, en la supuesta exposición del vínculo virtual, los interlocutores conservan a menudo su potestad para seleccionar qué datos o qué aspectos de su conducta deciden revelar y también a quien hacerlo.
Muchas veces las nuevas generaciones se sienten más familiarizadas con las comunicaciones online porque se desarrollaron y empezaron a sociabilizar cuando estos mecanismos ya se encontraban difundidos e instalados en la sociedad. No obstante, hay algunos aspectos que la escena virtual no puede recrear y por tal motivo la interacción presencial resulta necesaria para conocer y apreciar rasgos y percibir sensaciones del "otro".
En definitiva, todo depende de las personas que interactúen y sus contextos pues en algunos casos sirve para dimensionar sus aptitudes para sociabilizar y en otros es simplemente un conducto más para ello.
Desventajas
Del mismo modo, la "utilidad" o "facilidad" para establecer vínculos que proporcionan los medios virtuales quizás se advierta con mayor nitidez en los supuestos de aproximaciones iniciales o de un primer trato y, en este sentido, puede decirse que sí confieren mayor "comodidad".
Pero un conocimiento más profundo demanda aún las ventajas propias del contacto "cara a cara", que la virtualidad no aporta.
Lo más popular
