El presente que quema

29 Abril 2011
DESACUERDO INTERNACIONAL.- Sigue sin saberse cuántas víctimas causó el desastre. Un informe de la OMS y el Organismo Internacional de Energía Atómica sostiene que hubo "menos de 50" y que unas 4.000 personas morirían de cáncer como consecuencia de la catástrofe. En cambio, el biólogo Alexei Yablokov, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y ex asesor del presidente Boris Yeltsin, habla de 1,4 millones de muertos en todo el mundo, que eleva a 1,6 millones si se incluyen los casos de muerte prenatal. Grupos ambientalistas como los "Verdes europeos", en "El otro informe sobre Chernobyl" (2006), hablan de hasta 60.000 casos de muerte por cáncer.

COLECTA POR UN SARCÓFAGO.- La "conferencia de donantes" celebrada el pasado martes 19 en Kiev reunió 550 millones de euros, de los 740 millones que faltan para construir una nueva capa aislante en la central de Chernobyl. Los expertos insisten en la necesidad de que empiece a construirse (programada en 1992) un nuevo sarcófago, más grande que el de hormigón y acero que fue colocado provisionalmente sobre el reactor. Advierten que, en el peor de los casos, la vieja y agrietada estructura podría derrumbarse, provocando nuevas emisiones de material radiactivo.

UN CONTROL SEMANAL.- Igor Kabachenko está a cargo del control de radiactividad en el sarcófago construido sobre el reactor que explotó en 1986. "Me gusta mucho mi trabajo y no puedo imaginarme trabajar en otro lado", asegura el ingeniero de 42 años, que al menos una vez por semana se pone el traje de protección, toma un dosímetro y se sumerge en la estructura, lo que muchos expertos consideran una locura.

CEREBROS REDUCIDOS.- En los alrededores de la central de Chernobyl, Tim Mousseau, biólogo la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos), capturó 550 pájaros de 58 especies en ocho sitios diferentes y midió su cabeza para determinar el volumen de sus cerebros. Los pájaros que viven en las zonas de mayor contaminación radiactiva tenían cerebros 5% más pequeños que los que viven en zonas donde el nivel de radiación era normal.

DECLARADO CULPABLE.- "Voy a ir a la cárcel por esto", predijo Viktor Briuchanov, director de la central de Chernobyl cuando ocurrió el desastre. Hoy tiene casi 80 años y su esposa, Valentina, debe hablar por él. Fue condenado a 10 años de prisión: estuvo preso entre 1986 y 1991. A él y a otros ingenieros que eran jefes en la planta se les acusó de causar daños por 2.000 millones de rublos, y se los responsabilizó por la muerte de 30 trabajadores.

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