Prometen que "El penúltimo tren" pasará hoy

La ilusión se transformó en bronca para algunos y en más expectativas para otros, por la suspensión del recital del cantautor español. Todo estaba preparado para el inicio del show, pero factores climáticos llevaron a la producción a posponerlo para hoy.

DE LAS ILUSIONES A LA FRUSTRACION. Los fans soportaron sin problemas las inclemencias del tiempo, pero a duras penas pudieron superar la desazón que les causó la postergación. Algunos fueron al hotel a tratar de ver a Sabina. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO Y OSVALDO RIPOLL DE LAS ILUSIONES A LA FRUSTRACION. Los fans soportaron sin problemas las inclemencias del tiempo, pero a duras penas pudieron superar la desazón que les causó la postergación. Algunos fueron al hotel a tratar de ver a Sabina. LA GACETA / FOTOS DE INES QUINTEROS ORIO Y OSVALDO RIPOLL
17 Marzo 2011
La mayor parte de las más de 6.000 personas que anoche estaban con la sensibilidad a flor de piel ante la posibilidad de ver en vivo a Joaquín Sabina, se fueron tranquilos, masticando bronca pero sabiendo que hoy tendrán la posibilidad de cumplir ese sueño. Otros, especialmente los que llegaron de Jujuy, Salta o Santiago del Estero, desataron su cólera frente a las boleterías, hasta que lentamente empezó la devolución de las entradas a quienes no podían quedarse.

La lluvia volvió a jugarles una mala pasada a las ilusiones de los tucumanos. Aunque a la hora prevista para el inicio del show la llovizna era casi imperceptible, la decisión ya estaba tomada.

El recital, con el que empieza la etapa argentina del tour "El penúltimo tren", se realizará hoy a las 21 en el auditorio Monumental (avenida Ejército del Norte 44). No importará la lluvia, porque es la última oportunidad y Sabina quiere cantar en nuestra provincia.

"Él tenía la mejor predisposición para hacer hoy (por ayer) el show, y la tiene también para mañana (por hoy)", aseguró Gabriel Fulgado, responsable local de la producción.

"Por prudencia"

El empresario comentó que la decisión de suspender el recital se tomó de común acuerdo entre la producción española, la de Buenos Aires (organiza la gira) y la tucumana que él representa, con la anuencia de Sabina. "Fue por prudencia, y él primero preguntó por la gente que estaba en la fila, y nos pidió que no dejáramos que siguiera mojándose", señaló Fulgado.

La banda que acompaña a Sabina probó sonido hasta las 18.45, y los músicos comprobaron que con el viento y la lluvia se mojaban los equipos. Ese factor, y el hecho de que las sillas estaban tan mojadas como el predio, llevaron a suspender todo.

Incrédulos

Las puertas permanecieron cerradas, aunque adentro estaba todo preparado. La cantina, el puesto de venta de merchandising, los acomodadores y el personal de seguridad estaban listos para recibir al público. "¿Cómo que se suspendió?; ¿en serio no se hace, pero ya es seguro?", se escuchaba afuera del estadio.

Al parecer, y por la cantidad de tiempo que permaneció el público en la calle, nadie quería creer que el concierto se había aguado.

Sabina llegó a Tucumán el martes a la noche portando un sombrero vaquero blanco y se instaló en la suite 606 de un hotel frente al parque 9 de Julio.

Hasta anoche, según allegados a la producción, no había salido, y tampoco iba a hacerlo ayer. "Tiene una gira larga por delante y quiere cuidar la garganta", comentaron en su entorno.

Algunas visitas

Sin embargo, hasta el momento de la suspensión estuvo de muy buen humor, recibió a algunos fans con los que se sacó fotos y hasta recibió al cantautor tucumano Federico Fernández, que le entregó un CD con su tema "Una canción para Joaquín", dedicado.

Las chicas que lo siguieron hasta el lugar donde pasó la noche no tuvieron pudor para hablar de su amor por él. Mariana, de 24 años, lloraba en la puerta de acceso. "Sabina me parece un desastre con las mujeres. Detesto lo que dice de nosotras, pero lo amo. Discuto mucho con él, pero lo sigo desde hace mucho?", contó, mientras que otra joven, que no quiso dar su nombre, hizo una confesión: "Conocí a Sabina hace cinco años cuando un novio me regaló todos sus discos. Me enamoré de él y dejé a mi novio". Si alguien no cree que Sabina vuelve locas a las mujeres... que se dé una vuelta por Tucumán.

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