El abucheo de un sector del Monumental se mezcló con palabras de aliento y apoyo hacia el cuerpo técnico y los jugadores de Atlético, que sigue sin ganar en casa en 2011 y perdiendo terreno con el líder, Rafaela. El 0 a 0 caló hondo en todos, incluso en el propio entrenador, al que no se lo vio igual que siempre.
Enrique Hrabina salió a hablar como acostumbra, pero su semblante no era el mismo. Parecía algo caído; la expresión de su cuerpo así lo delataba. "Yo no soy un ladrón, soy un trabajador. Ustedes (por los periodistas) ven cómo trabajo. Me la banco y me la recontrabanco", enfrentó las cámaras como de costumbre el entrenador de los "decanos", y dijo todo lo que tenía que decir.
"Son gritos muy desubicados, y siento dolor por eso. Esa gente no me conoce; no lo merezco", volvió a la carga el DT que, a su modo, analizó que no cree haber visto un bajo nivel del grupo en la cancha.