Tabaco y embarazo, un cóctel que podría terminar en diabetes

Ver a un padre o a una madre fumando delante de un hijo suele causar indignación; mucho más cuando es una mujer embarazada la que enciende un cigarrillo sin tener en cuenta que muchísimas de las toxinas que ingresarán en su cuerpo afectarán directamente al ser que está gestando. Hace mucho tiempo que se vienen dando a conocer las malas consecuencias que genera en el niño por nacer el tabaquismo. A esta inmensa lista se suma una más: según un estudio realizado por científicos estadounidense, algunas sustancias químicas, especialmente las que se encuentran en el humo de los cigarrillos, pueden generar diabetes y obesidad.

El estudio realizado por los investigadores del Programa de Toxicología Nacional de Estados Unidos detectó una fuerte relación entre la adicción durante los meses de gestación y los problemas de sobrepeso del niño.

Cuando una mujer embarazada fuma, generalmente el bebé nace con poco peso. Esto puede desencadenar una cadena de mecanismos que terminan generando cuadros de obesidad que, a su vez, causan la diabetes tipo 2.

"Estas conclusiones son coherentes con nuestra idea de cómo se desarrollan la diabetes y la obesidad", explicó Michael Gallo, de la Universidad de Medicina y Odontología de Nueva Jersey, según la agencia Reuters.

Gallo y otros investigadores hicieron hincapié en que al menos el 70 % de los casos de obesidad y de diabetes están relacionados con una alimentación deficiente y con la falta de ejercicio físico. No obstante, algunos de estos diagnósticos, especialmente los que se dan en las personas delgadas, son más difíciles de explicar. Es ahí donde cabrían los resultados de los estudios.

"Estos datos nos muestran realmente que hay credibilidad biológica respecto a la relación entre la diabetes y las sustancias químicas", expresó Gallo. De todos modos, aclaró que es imposible decir aún cuántos casos de la enfermedad pueden estar relacionados al tabaquismo durante el embarazo.

Los efectos del cigarrillo en el sueño

- Genera apnea, bruxismo (rechinar de dientes) y pesadillas, por lo que no se descansa bien.

- Uno de los efectos es la hipercapnia (aumento de los niveles de dióxido de carbono en la sangre) e hiperventilación alveolar (diminución del ritmo respiratorio que afecta la cantidad de aire que ingresa en los pulmones).

- El humo del cigarrillo afecta las vías respiratorias, lo cual desemboca en apneas obstructivas.

- Se producen problemas para conciliar y mantener el sueño por el efecto estimulante de la nicotina.

- El tabaco causa inflamación en la parte alta de las vías aéreas, por lo cual el fumador, generalmente, ronca.

- Se producen despertares frecuentes (sueño fragmentado) como consecuencia de la necesidad de incorporar nicotina durante el período de abstinencia nocturna.

- Síndrome de piernas inquietas, el cual termina generando dificultades para mantener el sueño.