Voces de vecinos
04 Febrero 2011
Marcas.- "Ellos son nuevos acá en el barrio. Empezaron a alquilar el departamento en octubre, más o menos. El vino dos veces a este ciber y era muy confianzudo, como se dice. No me gustaba su actitud, honestamente", señaló Beatriz, dueña de un local situado a metros de donde residen la víctima, su madre y su padrastro. Además, dijo que no escuchó ni vio algo extraño en este tiempo. "Una sola vez vino la chica, y nos llamó la atención que tenía los brazos morados. Uno no sabe qué pudo haberle pasado; no se escuchaba nada, y podía tener alguna enfermedad. Como no los conocemos, no le dije nada", remarcó.

Imperceptible.- Un matrimonio que vive en la casa contigua a la de la víctima se mostró consternado por el estado de salud de la niña. "Por Dios, pobre criatura", dijo la mujer. Su esposo, también preocupado, confesó que nunca se escucharon ruidos típicos de hechos de violencia al otro lado de la pared. "Nunca tuvimos diálogos con ellos, pero jamás notamos algo así tampoco, porque nosotros pasamos muchas horas en el trabajo. Estamos sorprendidos, realmente", destacó el hombre.

Revuelo.- "Ese muchacho no se metía con nadie. No puedo creer que haya hecho eso. Lo veía pasar de lejos, pero no parecía que pudiera hacer algo así", expresó una vecina que vive frente a la casa de la víctima, y que prefirió no dar a conocer su nombre. "Ayer (por el miércoles), cuando pasó todo esto, hubo mucho revuelo en el barrio. Lo que decían al principio es que el señor gritaba que lo habían tratado de asaltar, pero yo no me acerqué, ni nada", añadió.

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