Roger Ferderer: Sinónimo de éxito y camaradería

El suizo avanzó a los octavos, batió un nuevo récord y bancó a Nalbandian.

ES PURA CLASE. Roger Federer continúa firme en Australia y sus rivales sufren el magistral despliegue en el court.  REUTERS ES PURA CLASE. Roger Federer continúa firme en Australia y sus rivales sufren el magistral despliegue en el court. REUTERS
22 Enero 2011
MELBOURNE, Australia.- Roger Federer es actualmente el número dos en el Ranking de la ATP, sólo superado por el combativo Rafa. Sin embargo, la maquinita suiza, demostró una vez más, que es un grande de verdad y en todos los aspectos, sin importar que una tabla disponga a primeros o segundos.

Vamos por paso: le ganó al belga Xavier Malisse por 6-3, 6-3 y 6-1 y arribó de esa forma a los cuartos de final del primer Grand Slam del año, donde enfrentará a Tommy Robredo. Pero esa victoria le sirvió además para hacerse acreedor de un récord importante, uno más en su intachable carrera. Llegó al triunfo número 57, batió la marca de partidos ganados en el Abierto Australiano y ahora supera por uno al sueco Stefan Edberg, quien hasta el momento ostentaba dicho récord.

Luego de haber cumplido con el papel del tenista fetiche para casi todo amante de dicho deporte, Federer salió a justificar el abandono de David Nalbadian ante Richard Berankis, cuando el argentino estaba siendo aplastado por el lituano en los octavos de final.

"Había jugado la semana anterior contra el difícil Lleyton Hewitt, así que creo que eso tuvo que ver en su abandono: no tuvo tiempo para descansar ni adaptarse", comentó Roger, que de esta forma bancó a David y se ganó la aprehensión de muchos. Sí, un grande, de verdad.

Por otra pate, Gisela Dulko es la única representante argentina que sobrevive en Australia. La tigrense, junto con la italiana Flavia Pennetta, avanzó en dobles, tras derrotar a la dupla Jill Craybas (Estados Unidos)- Olga Savchuk (Ucrania), por un doble 6-2. La tercera ronda es el siguiente paso para la bella que intentará seguir siendo la encargada de alzar la celeste y blanca. (Especial).

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