La Iglesia reclamó el derecho a la vida en todas sus formas

Una vigilia mundial por la vida naciente.

El aborto es inaceptable moralmente, dijo el cardenal Jorge Bergoglio, presidente del Episcopado. "El aborto es inaceptable moralmente", dijo el cardenal Jorge Bergoglio, presidente del Episcopado.
29 Noviembre 2010
BUENOS AIRES.- Los obispos argentinos volvieron a condenar el aborto y exhortaron a respetar la vida humana desde el momento mismo de la concepción. Así lo hicieron al adherir a la vigilia mundial por la vida naciente convocada por el papa Benedicto XVI.

La jornada de protesta contra el aborto y a favor de la vida humana, en todas sus formas, se realizó el viernes en todo el país. Se hizo ante el inminente debate en el Congreso de los proyectos de ley para despenalizar esta práctica . El cardenal Jorge Bergoglio, primado de la Argentina, considera el aborto "inaceptable moralmente" que esta jornada de oración fue "una súplica para invocar la protección de Dios sobre cada ser humano llamado a la existencia".

"Urge priorizar en nuestra patria el derecho a la vida en todas sus manifestaciones, poniendo especial atención en los niños por nacer, como en nuestros hermanos que crecen en la pobreza y marginalidad", subrayó el purpurado en un mensaje para la ocasión.

Dignidad de la vida

En tanto, el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, advirtió que "no podríamos hablar de la dignidad de la vida humana si no asumimos la exigencia de la tutela de su primer derecho, que es el derecho a la vida". "Es triste escuchar voces que proclaman el aborto seguro como un logro de la ciencia", se lamentó el vicepresidente segundo del Episcopado. "Cuando el hombre olvida su origen y destino trascendente queda encerrado en un mundo inmanente sin raíces ni horizonte", añadió.

El Papa presidió en la víspera del inicio del tiempo litúrgico del Adviento una vigilia por la vida naciente en la basílica de San Pedro, en la que instó a políticos, gobernantes y medios de comunicación a mostrar un mayor respeto hacia la vida desde el momento mismo de la concepción. Describió a los embriones como individuos "dinámicos y autónomos".

A este momento de oración, adhirieron las conferencias episcopales del mundo con momentos de oración en capillas, iglesias y parroquias. La Argentina no fue la excepción.

En la capital tucumana, hubo una "marcha por la vida" desde de la plaza Urquiza hasta la plaza Independencia, y se rezó por la vida naciente en todas las misas del sábado.

En San Juan, la vigilia fue encabezada por el arzobispo Alfonso Delgado en la Catedral local, en cuya cripta también se rezó un rosario por la vida.

El arzobispo Carlos Ñáñez presidió una vigilia en la catedral Nuestra Señora de la Asunción, donde llamó a agradecer a Dios por "el valor de toda vida humana" y a invocar su protección "sobre cada ser humano llamado a la existencia".

No hay dos agendas

En este mismo marco, el rector de la Universidad Católica Argentina, presbítero Víctor Manuel Fernández, aseguró que la Iglesia no tiene "dos agendas", sino una única agenda que tiene como centro la dignidad de cada persona humana y la preocupación por la vida. Al presidir una misa, el sacerdote señaló la intrínseca conexión entre la opción preferencial por los pobres y la defensa de la vida humana naciente.

Durante su homilía el rector de la UCA explicó cómo el magisterio de Benedicto XVI vincula la defensa de la vida humana por nacer con la cuestión social. (DyN)

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